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Un cierre que deja huérfanas seis rutas

Las aerolíneas preparan nuevos vuelos e incrementan frecuencias para cubrir el vacío dejado por Spanair

D. C. S. / S. R. A.

Las rivales de Spanair no han perdido el tiempo en ocupar el vacío dejado por la aerolínea catalana. Hay más de 11 millones de pasajeros en juego los logrados en 2011 por la compañía presidida por Soriano y las compañías quieren arañar el mayor número en el menor tiempo posible, si bien descartan que se pueda cubrir esa cifra. La crisis acabará depurando la demanda.

Después de aprovechar la crisis del fin de semana para lanzar tarifas de rescate y llenar sus vuelos ya programados, Vueling, Ryanair, Easyjet e Iberia dieron ayer un paso más para repartirse los restos y aprovecharon que hay derechos de vuelo (slots) libres para poner en marcha nuevas rutas que no cubrían o aumentar las frecuencias de determinados enlaces que ya operaban.

De momento, ayer ya sólo quedaban seis rutas de Spanair que se han quedado huérfanas de operador y no tendrán vuelos sin escalas. Barcelona pierde la conexión con Serbia, Gambia y Mali. Valencia y Alicante, sin sus enlaces directos con Argelia. Vueling, que pugnaba con la compañía quebrada por ser la aerolínea estandarte del aeropuerto de El Prat, es la que más se beneficiará. Estrenará en breve cinco nuevos enlaces entrará por primera vez en el mercado alemán e incorporará 33 nuevas frecuencias en vuelos que ya estaban programados para la campaña de verano. Easyjet también operará un nuevo vuelo y Ryanair, otros dos.

Vueling sacó pecho de su anuncio y se posicionó como el que más garantías ofrece para convertirse en el referente del aeropuerto barcelonés, donde transportaba a tres millones de pasajeros más que Spanair. Álex Cruz, consejero delegado de la compañía, aseguró que la aerolínea 'no dejará que El Prat se convierta en un aeropuerto low cost', ignorando sus orígenes y recogiendo los temores del empresariado catalán.

La cúpula de Vueling se considera en la 'obligación' de defender las instalaciones antecompañías como Ryanair, que desembarcó hace un año y medio en Barcelona y con la desaparición de Spanair se ha convertido en la segunda mayor compañía del aeropuerto. Iberia, desde hace años con una política distante de Barcelona, potenciará sólo vuelos con base en Madrid.

Air Nostrum ha empezado a operar la ruta Madrid-Menorca. Balears, el mercado históricamente cubierto por Spanair, se lo repartirán las compañías españolas.

El problema para Spanair es que no podrá sacar jugo de los derechos de vuelo que tenía hasta ahora para reducir su alta carga crediticia. Según el funcionamiento habitual en todo el espacio aéreo europeo, cuando una aerolínea deja de operar, esos slots quedan sin dueño. Y son las compañías competidoras las que inician una puja para quedarse con ellos. En este caso, tanto Vueling como Iberia, Air Europa y Air Nostrum, además de Ryanair, están interesados en estos derechos.

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