Una juez de Barcelona ha citado como testigos a los seis agentes de los Mossos d'Esquadra que redujeron el pasado 2 de abril al actor Alfonso Bayard, que falleció poco después de la intervención policial tras entrar en parada cardiorrespiratoria. Los agentes acudieron a un bar de la plaza Molina de Barcelona después de que fueran requerridos pues, presuntamente, el fallecido actor estaba provocando molestias en la terraza, 'aparentemente muy alterado', según el comunicado oficial de la policía catalana.

Según ha informado hoy el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Barcelona, Miriam de Rosa Palacio, ha citado para el próximo 14 de abril, en calidad de testigos, a los seis agentes, que ya han sido interrogados por la División de Asuntos Internos de los Mossos d'Esquadra.

La juez, que ya ha recibido el atestado policial del caso y el informe inicial del forense sobre la autopsia del cadáver, también ha citado a un total de 17 testigos de los hechos, que deberán comparecer los días 16 y 28 de abril. 

Una primera patrulla de dos agentes se encontró con 'la actitud hostil del hombre al ser identificado, primero, y esposado, después', puesto que el hombre les arrojó una mesa de la terraza y alguna silla y se resistió después a ser detenido y trató de huir. Una vez reducido por varios agentes y esposado, observaron que había entrado en parada cardiorrespiratoria, y activaron el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) a las 18.37 horas, que llegó unos 10 minutos después; mientras, le realizaron el masaje cardíaco dos sanitarios que habían presenciado los hechos.

Según datos del SEM, enviaron una ambulancia medicalizada con un técnico, un enfermero y un médico, que practicaron al afectado la reanimación cardiopulmonar, trasladándole al Hospital Clínic, donde ingresó en parada cardiorrespiratoria. El camarero que avisó a los Mossos, Miguel Ángel Méndez, relató que el hombre se pasó unas tres horas en la terraza, en algunos momentos molestando a algunas clientas, sentándose en sus mesas y avisándolas de que llegaba 'el fin del mundo'.