La Comisión Nacional de Energía (CNE) propuso el viernes al Gobierno un aumento de la tarifa eléctrica del 31 por ciento a partir de enero de 2009, aunque el Gobierno reaccionó inmediatamente descartando que se fuera a aplicar.

"Es una propuesta alejadísima de los objetivos que tiene el Gobierno", manifestó desde Bruselas el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que añadió que "ni siquiera se la tomar en consideración".

Poco antes, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, calificó de "barbaridad" la propuesta, que también provocó una reacción airada de asociaciones de consumidores.

"No la he recibido formalmente y, desde luego, no es razonable. No me parece una propuesta seria, es una barbaridad", dijo el titular de Industria a periodistas en una visita a las obras de ampliación del metro de Madrid.

es el Ministerio de Industria quien fija finalmente la tarifa -, pero avanza una sustancial subida de precios de la electricidad en un momento en el que la economía española está en las puertas de la recesión y el número de parados es el más alto en 12 años.

En la última revisión tarifaria, el Gobierno decidió subir la tarifa de la luz un 5,6 por ciento en julio en contra de la propuesta de la CNE de un alza del 11,3 por ciento.

"Las compañías eléctricas están utilizando a la CNE para presionar al Gobierno respecto a la subida del precio de la electricidad", dijo la Unión de Consumidores Españoles (UCE).

La propuesta de subida obedece a un crecimiento del déficit tarifario por encima de lo previsto y, que según la CNE, puede ascender a fin de año a 14.605 millones de euros.

El llamado déficit tarifario es resultado del actual sistema de tarifas reguladas, que son insuficientes para sufragar los costes de generación. Las eléctricas se anotan la diferencia en deuda pendiente de cobro y van recaudándola con pagos adelantados del Estado devueltos a largo plazo por los consumidores a través de la factura de la luz.

El Ministro de Industria está empeñado en solucionar este déficit y se encuentra en negociaciones con las eléctricas para buscar soluciones que, según fuentes de la industria, tendrán que pasar inevitablemente por adecuar las tarifas a los costes reales.

La UCE dijo que la propuesta es "intolerable" y acusó a las eléctricas de "utilizar a la CNE para presionar al Gobierno".