El Comité Olímpico Internacional (COI) redistribuyó el miércoles la medalla de oro que la estadounidense Marion Jones ganó en los 200 metros de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y la de bronce por salto de longitud.

Jones fue despojada en 2007 de los oros que ganó en los 100 y 200 metros y el relevo 4x400, y de los bronces en salto de longitud y el relevo 4x100 tras admitir haber consumido sustancias prohibidas.

La antigua atleta cumplió con una sentencia de prisión de seis meses por mentir a fiscales federales sobre su uso de esteroides.

Pauline Davis-Thompson, de Bahamas, quien ganó la plata por los 200 metros en Sídney, recibe el oro, mientras que Susanthika Jayasinghe, de Sri Lanka, pasa a la plata, y la jamaicana Beverly McDonald al bronce.

Sin embargo, el COI no dará el oro de los 100 metros a la que quedó segunda, la griega Katerina Thanou, que cuatro años más tarde no acudió por tercera vez a un control antidopaje en la víspera de los Juegos de Atenas.

"El COI cree que tenemos un fuerte caso moral y un buen caso legal para ello", dijo el portavoz Mark Adams. "(Thanou) se puso en desgracia a sí misma y al movimiento olímpico al evitar tres análisis antidopaje".

Thanou, que fue suspendida para los Juegos Olímpicos de 2008 celebrados en Pekín por desacreditar al atletismo en Atenas, pasa ahora a ser co-medallista de plata con la jamaicana Tanya Lawrence, que quedó tercera. Su entonces compatriota Merlene Ottey, que luego se nacionalizó eslovena, pasa de cuarta a medalla de bronce.

La rusa Tatyana Kotova ha recibido el bronce por el salto de longitud.

La apelación de las compañeras de Jones en la prueba de relevo, quienes también fueron despojadas de sus medallas debido al dopaje de ella, aún está pendiente en el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS, por sus siglas en francés) y no se va a tomar ninguna decisión mientras.