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La colombiana María Linares provoca a la sociedad berlinesa con "Stereotypes"

EFE

A menudo algunas nacionalidades aparecen ligadas a un estereotipo concreto, como el nazismo a los alemanes, la prostitución a las polacas o el narcotráfico a los colombianos. La artista colombiana María Linares provoca en Berlín con su crítica social de la mano de su nueva obra "Stereotypes".

Nacida en Bogotá hace 39 años, Linares se marchó pronto a Nuremberg (sur de Alemania) para continuar su formación en Bellas Artes, y desde 1999 vive en Berlín, la ciudad que la ha visto evolucionar como artista.

A Linares, aficionada al arte más alternativo con clara vocación social, le encanta observar la reacción del público y su modus operandi a la hora de afrontar un proyecto que viene determinado por la idea y no por el soporte, como es el caso de "Stereotypes".

Elaborada con y para la opinión pública, la obra nació con la intención de criticar la tendencia natural de las personas a generalizar en función de la nacionalidad y a etiquetar a toda la gente de un mismo país con el mismo cliché.

"Desde hace un año empecé a interesarme por los conceptos de nación y por lo que significa pertenecer a un determinado país, cuando yo misma quería nacionalizarme como alemana", afirmó la artista en conversación con Efe.

Así, decidió salir a la calle y hacer un sondeo entre la gente de a pie, para saber qué opinaban sobre los alemanes, los colombianos y otras nacionalidades.

Posteriormente, confeccionó un guión, en forma de monólogo, para cada uno de los países, en el que se ensalzaba lo más negativo y grabó un vídeo, llamado "video-portraits (retratos)". "Cada persona encarna lo peor y más exagerado", señaló.

El siguiente paso fueron las camisetas, para las cuales Linares redujo la lista de prejuicios a una sola palabra, "la más fuerte", para imprimirla sobre una camiseta, acompañada por dos fragmentos de la bandera a la que representa.

Así, mientras que la palabra "Nazi" está flanqueada por la alemana, "¡Nutte!" (que en español sería "¡Puta!") lo está por la polaca, "Narco" por la colombiana y "Terrorista" por la iraquí.

"Es una crítica en el sentido en que se representan siempre prejuicios negativos", añadió.

Linares, que ha expuesto en galerías de Alemania, Turquía, Francia, España y hasta Japón, no duda sobre cuál sería el mejor consejo para los jóvenes que se quieren dedicar al arte: "Trabajar y creer en lo que uno hace".

En un intento por mantener las relaciones con el panorama cultural colombiano, aunque en la distancia, exportó allí el proyecto en forma de ordenador, con una base de datos en la que los espectadores escribían los tópicos que consideraran.

Aunque le cuesta calificar su arte, lo define como "participativo" y como centrado "en el espacio público y en la gente".

Influida por el trabajo de Joseph Beuys, uno de los pilares del happening contemporáneo, ha tratado siempre de relacionarse con artistas alemanes como Stephan Krüskemper, con el que ha colaborado en numerosos proyectos, o Christian Hasucha, que fue profesor suyo.

"Todas sus intervenciones tienen un toque muy poético, pero al mismo tiempo son fuertes, le considero el papá de mis acciones", insiste.

La artista, que asegura no haber sufrido nunca la censura, sigue, por el momento, trabajando en "Stereotypes", ya que "no se trata de una obra estática, sino que va creciendo".

Ahora lo que pretende hacer es un collage con instantáneas de extranjeros llegados a Alemania de distintos países que llevan puesta su "camiseta-tópico" correspondiente.

La muestra, en la que la obra de Linares se expone junto a la de otros diez artistas más, ofrece un panorama muy variado de posibles soluciones creativas para tiempos de crisis, a lo largo de una decena de trabajos relacionados con el espacio público.

"Urgent urban ambulance" se inauguró el pasado 2 de abril y se puede ver hasta el próximo 29 de mayo en la institución cultural "Deutscher Künstlerbund", una especie de seguridad social para artistas, sin fines comerciales, según explicó a Efe su organizadora, Katja Hesch.

El único requisito que se imponía a los creadores era que emplearan una especie de escalera multifunciones transportable, a su gusto, ya fuera como carrito, mesa o simplemente como escalera.

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