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Comienza las tensas elecciones presidenciales en El Salvador

Reuters

Por Anahí Rama

Los salvadoreños comenzaron el domingo a votar en una de las elecciones presidenciales más reñidas en la historia del país y donde la ex guerrilla izquierdista FMLN podría acceder por primera vez al poder y terminar con 20 años de gobiernos de derecha.

Los dos principales candidatos llegan casi empatados en las encuestas, por lo que un resultado muy cerrado podría desatar protestas teniendo en cuenta que el candidato del ex rebelde Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, denunció irregularidades en el proceso.

La gobernante Alianza Republicana Nacionalista (Arena), de las derechas más radicales de América Latina, presenta como candidato al ex jefe de policía Rodrigo Ávila, quien reconoció haber disparado contra guerrilleros durante la sangrienta guerra civil que vivió el país entre 1980 y 1992.

Los centros de votación abrieron a las 7 hora local (13:00 GMT) para recibir a los cerca de 4,2 millones de electores habilitados y cerrarán a las 17 horas. Estaba previsto que se instalaran 460 centros de votación con 9.453 juntas receptoras en todo el país.

Funes, un reconocido periodista sin vínculos en el pasado con el FMLN, dijo el sábado que hay personas de otros países de Centroamérica, como Nicaragua y Honduras, a quienes se les ha dado un documento de identidad salvadoreño para que voten ilegalmente en estas elecciones.

"No he dicho a las misiones de observadores que va haber fraude, pero sí les he expresado mi preocupación por una serie de anomalías (...) que, de no corregirse o evitarse, podrían materializarse en fraude", dijo a los periodistas tras reunirse con observadores de la Unión Europea y de la OEA.

Una autoridad local del FMLN, que habló a condición de no ser identificado, advirtió que, si el resultado es muy cerrado y se cometen irregularidades, probablemente los miembros del partido saldrán a las calles a protestar.

"Creo que vamos a ver protestas mañana. Ninguno de los dos lados se va a dejar perder", dijo Dora Acosta, una cocinera de 59 años, quien no dijo por quién votaría y aseguró que se encerraría en su casa después de sufragar y de cumplir su turno en el restaurante mexicano donde trabaja.

LLAMADO A LA CALMA

El sábado por la noche, el presidente Elías Antonio Saca emitió un mensaje por radio y televisión llamando a dirigentes y activistas a aceptar los resultados y confiar en el Tribunal Supremo Electoral.

"El respeto a los resultados debe predominar este domingo", dijo Saca, quien traspasará la presidencia en junio al ganador de los comicios que gobernará por cinco años.

Estas son las cuartas elecciones en El Salvador, el país más pequeño de Centroamérica, con 5,7 millones de habitantes, después de la guerra civil que enfrentó al FMLN con el Ejército y grupos paramilitares respaldados por Estados Unidos.

El próximo presidente deberá lidiar con el impacto de la crisis económica en El Salvador, que depende de las millonarias remesas que envían a sus familiares los 2,3 millones de inmigrantes en Estados Unidos y que han comenzado a mermar por la crisis económica en la primera economía mundial.

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