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El comisionado de la NBA y el abogado del sindicato de jugadores intercambian graves acusaciones

EFE

El ultimátum dado por la NBA al sindicato para que aprobasen la última oferta que les hicieron los dueños en las negociaciones de un nuevo convenio colectivo ha derivado en un enfrentamiento personal entre el comisionado David Stern y el abogado Jeffrey Kessler, que representa a los jugadores.

A pocas horas para que finalice hoy, miércoles, el plazo dado por Stern a los jugadores -las 15:00 hora local (20:00 gmt)-, ha surgido un intercambio dialéctico de acusaciones mutuas por parte de Stern y Kessler, que ponen más incertidumbre al futuro de las negociaciones laborales que buscan el final del cierre patronal.

Después de que el director ejecutivo del sindicato Billy Hunter y el presidente, Derek Fisher, anunciasen en Nueva York que la mayoría de los jugadores habían dado un "no" a la oferta de los dueños para firmar un acuerdo, Kessler definió el trato de Stern hacia los profesionales como el del dueño de una "plantación".

Kessler, en declaraciones al periódico "The Washington Post", dijo que los dueños, encabezados por Stern, están tratando a los jugadores "como trabajadores de las plantaciones".

El máximo representante legal del sindicato destacó que los dueños se olvidan de que los jugadores son sus socios en el negocio no unos simples empleados que no tienen ningún tipo de derechos ni pueden reivindicar lo que consideran que es justo.

Por su parte, Stern llamó al mismo medio para denunciar que las conversaciones laborales que buscan la firma de un nuevo convenio colectivo se encuentran estancadas en gran parte por culpa de la actitud que ha mostrado Kessler, el máximo representante legal del sindicato.

Kessler, que también representó al sindicato de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) en sus negociaciones colectivas de este verano, fue más allá en sus declaraciones y dijo que la última oferta de los dueños siguió siendo injusta para los jugadores desde todas las perspectivas.

"La última oferta de dividir los ingresos esencialmente relacionadas con el baloncesto no fue justa para los jugadores", argumentó Kessler. "Mucho menos el ultimátum que dio el comisionado para que los profesionales la aceptasen o iban a recibir otra peor".

Kessler denunció que el método de "lo tomas o lo dejas", simplemente, no puede ser considerada una postura de "buena fe" en unas negociaciones tan complicadas como las que protagonizan ambas partes desde hace más de cuatro meses.

"Ha llegado el momento de tratar a los jugadores como socios y no como a trabajadores de las plantaciones", subrayó Kessler.

Por su parte, Stern, en la conversación que mantuvo con el "Washington Post", calificó la situación laboral de "calamitosa" y culpó directamente a Kessler de lo que estaba sucediendo.

"La agenda de Kessler es siempre para provocar y no llegar a un acuerdo. Incluso si esto significa introducir el elemento del racismo e insultar a sus propios clientes", denunció Stern.

Stern fue más allá y definió la labor de Kessler como el elemento permanente de división entre las dos partes y por lo que no se ha podido avanzar en la buena dirección.

"Ha sido la fuerza que más divisiones ha creado durante el proceso de negociación y no me sorprende que trate de despotricar y no hable de cosas específicas. La conducta de Kessler es habitualmente despreciable", acusó Stern..

Varias fuentes sindicales reconocieron que habían hablado con Kessler acerca de sus declaraciones y que le habían expresado su malestar.

En cuanto a la petición de Hunter de que vuelvan a reunirse hoy mismo para seguir las negociaciones, Stern señaló que los dueños tendrán preparada otra oferta para los jugadores, pero no podía garantizar que se fuese a dar una nueva reunión porque es algo que debe decidir el comité de relaciones laborales de la liga.

"Mi comportamiento siempre está en función de lo que establezca el comité de relaciones laborales y en este sentido seguiremos con los mismos planteamientos de siempre. Pero a Billy (Hunter) siempre le respondo sus llamadas por respeto", comentó Stern.

Mientras que Kessler reiteró como ya hizo el domingo por la noche, que la actual propuesta de los dueños de dar a los jugadores entre un 49 y 51 por ciento de los ingresos de baloncesto era un auténtico "fraude" y una "ilusión".

Hunter apoyó la posición de Kessler en el sentido que los dueños están anclados en la figura del 50-50 y reiteró que los profesionales se mostraban listos para seguir negociando y comenzar a jugar, pero que no lo iban a hacer al precio de firmar un acuerdo injusto y que perjudicaba sus intereses durante muchos años.

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