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Competencia no ve manipulación en la subasta eléctrica pero sí circuntancias atípicas

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia publica un informe en que asegura que esta circunstancias de carácter técnico impidieron que se desarrollara en un entorno de 'suficiente presión competitiva'

EFE

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha constatado este martes la concurrencia de 'circunstancias atípicas' en la subasta eléctrica anulada por el Gobierno, que hubiera supuesto un encarecimiento de la tarifa eléctrica de casi un 11%, pero desmiente la 'burda manipulación' de la que el ministro de Industria, José Manuel Soria, acusaba a las empresas eléctricas en la última subasta, el pasado diciembre.

En un informe publicado este martes, la Comisión detalla las diferentes circunstancias atípicas, todas de carácter técnico, que impidieron que la subasta se desarrollara en un entorno de 'suficiente presión competitiva' aunque no alude en ningún momento al término manipulación, como sí había hecho el Gobierno.

La CNMC también advierte de que 'continúa investigando las circunstancias en que se desarrolló la subasta y el comportamiento de los agentes que participaron en la misma', ya que este informe se completará con los datos solicitados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Este informe es el encargado de justificar la decisión de la Comisión de no validar la subasta Cesur para el suministro a tarifa del pasado 19 de diciembre al observar 'circunstancias atípicas' en un contexto 'de precios elevados en el mercado diario durante las semanas previas'.

La vigesimoquinta subasta Cesur arrojó un incremento del coste de la energía de más del 25% que habría supuesto un incremento en la tarifa del 10,5%, lo que provocó la intervención del Gobierno para fijar una subida media en la tarifa eléctrica del 2,3% durante el primer trimestre.

En concreto, el organismo constata que desde el día 2 al 19 de diciembre los precios en el mercado mayorista registraron niveles que no se habían producido desde el año 2002, con un incremento entre el 60% y el 70% respecto a la semana anterior, cuyo precio se situaba en el entorno de los 50 euros por MWh.

Estos precios, según el informe, fueron trasladados de 'manera inmediata' a los mercados a plazo y, en particular, al producto negociado en la subasta del 19 de diciembre, que resultó más de un 7% superior a las referencias de los mercados a plazo el día anterior a su celebración y alcanzó su valor máximo con 58,90 euros por MWh.

En días posteriores a la subasta, se registró un descenso de precios de 14,8% respecto al precio de la subasta, hasta los 52,65 euros/MWh del 27 de diciembre.

Además, la CNMC ha considerado que la concatenación de hechos registrados en diciembre no puede ser extrapolada al primer trimestre de 2014.

En concreto, el primer trimestre suele registrar una producción eólica e hidráulica elevada por motivos estacionales; la indisponibilidad prevista por el operador del sistema se sitúa por debajo de los 2.000 MW durante casi todo el trimestre, mientras que en diciembre se situó entre 4.000 y 6.000 MW, fundamentalmente por la inusual indisponibilidad de grupos nucleares durante el período; finalmente, las entradas de gas procedentes de Argelia se han normalizado a partir del 26 de diciembre.

En el detalle de las 'circunstancias atípicas' detectadas en la subasta, el regulador destaca que se registró un volumen calificado agregado antes de iniciarse la subasta muy inferior al de otras subastas con volumen subastado similar (un 11,5% inferior al de la subasta 22 y 24 Cesur).

Dicho volumen de calificación es el más bajo desde que se celebra esta subasta con las actuales reglas (un 25% inferior al promedio desde la undécima subasta Cesur).

También indica que se registraron retiradas de volumen agregado por ronda superiores en un 55% al promedio de las registradas en las subastas 22 y 24. En particular, señala que ésta es la mayor retirada de volumen en la primera ronda de la subasta desde la undécima subasta Cesur, situando la ratio de elegibilidad muy por debajo de los valores registrados hasta entonces y con un descenso mucho más acusado.

Asimismo, señala que 'se advierte un conocimiento por parte de los agentes, en rondas muy tempranas, de que el exceso de oferta se encontraba en tramos inferiores al tramo ciego' (definido como aquel en el que el exceso de oferta es superior al 200%). Concretamente, por primera vez, al finalizar la ronda tercera, los agentes supieron que se encontraban con un exceso de oferta inferior al 200%, saltando dos tramos hasta el rango de 150-175% de exceso, 'algo que no se había producido antes del final de la ronda 5 en las subastas celebradas desde 2010', señala el informe.

Como consecuencia, la 25 subasta finalizó en la ronda 7, 'siendo la ronda de cierre más temprana de todas las subastas Cesur celebradas, que en ningún caso cerraron antes de la ronda duodécima'.

También destaca que el precio del producto base resultante de la vigesimoquinta subasta Cesur (61,83 euros por MWh) ha alcanzado diferencias superiores a un 7% con respecto a las referencias de precios de los contratos equivalentes en los mercados a plazo (57,67 euros por MWh en el mercado OTC y 57,55 euros MWh en el OMIP) el día anterior a la subasta, el diferencial el máximo registrado desde la entrada en vigor de la TUR, en julio de 2009.

De este modo, colige que las variaciones de precios diarias y los diferenciales de precios en una misma sesión de negociación del contrato Q1-14, que tiene un nivel de liquidez alto, 'reflejan la incertidumbre de los participantes en el mercado acerca de las referencias de precios y se consideran una anomalía en mercados eficientes'.

En este contexto de precios elevados, la CNMC concluye que la vigesimoquinta subasta Cesur habría proporcionado una única referencia de precio (61,83 euros por MWh) a trasladar directamente a la parte del coste de la energía de la Tarifa de Último Recurso (TUR) durante todo un trimestre, dando lugar al denominado 'efecto evento' por incluir en la fórmula el precio de una única subasta.

Desde 2009, la CNMC ha propuesto al Gobierno que flexibilice el esquema de subastas aumentando el número de pujas de productos similares con un determinado periodo de liquidación (subastas de 'productos solapados'). Esto permitiría disponer de más referencias de precios de cada periodo trimestral y reducir las variaciones trimestrales del coste de energía de la TUR.

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