Por Lucy Hornby

Un tribunal chino sentenció a muerte a dos hombres por su participación en la producción y venta de leche contaminada con melamina que mató al menos a seis niños e hizo enfermar a casi 300.000.

La ex responsable de la compañía láctea que protagonizó el escándalo, el grupo Sanlu, ahora en bancarrota, fue condenada a cadena perpetua y una multa, algo que podría indignar a algunos padres afectados que esperaban una condena capital.

acusado de vender productos contaminados o de hacer la vista gorda en su venta - concluyó justo antes de la mayor festividad china, el Año Nuevo Lunar.

Pekín esperaba que, en una época en que las familias suelen reunirse, las sentencias contribuyan a reducir la indignación pública por el impacto de la leche contaminada.

Las acusaciones de indiferencia y ocultación oficial han convertido el escándalo en un asunto político volátil para el Partido Comunista, que teme que estalle una protesta.

La policía detuvo a dos padres que querían acudir al juicio, según informaron un padre y otros activistas el miércoles.

El jueves, la policía custodiaba los juzgados de Shijiazhuang, una ciudad industrial al sur de Pekín, alejando al público, pero evitando confrontaciones brutales. La sesión para anunciar los veredictos y sentencias fue a puerta cerrada, aunque un portavoz del tribunal dio los detalles a los periodistas que esperaban en la puerta.

Sanlu no declaró la existencia de casos de niños chinos que desarrollaban cálculos renales y otras complicaciones por consumir su leche meses antes de que el problema se diera a conocer en septiembre. La ex directora general Tian Wenhua era un objetivo particular de los indignados padres.

"Creo que deberían dispararle. Muerte por muerte", dijo Zheng Shuzhen, una abuela de 48 años de la provincia de Henan, cuya nieta de un año, Zhou Mengxian, murió en junio por disfunción renal tras beber la fórmula de Sanlu, aunque no estaba incluida en la lista de víctimas.

Tian se había declarado culpable de los cargos de producir y vender productos falsos o por debajo de los estándares de calidad, que según los medios estatales no conllevaba una sentencia de muerte.

Además de la cadena perpetua, fue multada con 24,5 millones de yuanes (2,78 millones de euros).

Uno de los sentenciados a muerte fue Zhang Yujun. Zhang elaboró y vendió unas 600 toneladas de polvo que contenía melamina, entre octubre de 2007 y agosto de 2008, por un valor de unos 6,8 millones de yuanes (768.000 euros), dijo previamente este mes la fiscalía, según una cita difundida por el diario oficial China Daily.

El polvo fue comprado por intermediarios que lo agregaron a leche diluida obtenida de varios proveedores que luego era vendida a Sanlu. La melamina es un compuesto industrial usado para hacer trampas en las pruebas de nutrición debido a que su alto contenido de nitrógeno imita las proteínas en algunos controles.