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Convergència y ERC piensan ya en la autodeterminación

La participación del 30% del padrón en las consultas da alas a ambos partidos para reclamar el derecho a decidir. Oriol Pujol y Joan Puigcercós hablan con matices de un referéndum en Catalunya

FERRAN CASAS

Las consultas soberanistas tuvieron una concurrencia significativa en las urnas.

Según los datos provisionales disponibles a la hora de cerrar esta edición, más del 30% de los ciudadanos con derecho a voto (los mayores de 16 años de edad en los padrones más los inmigrantes) acudieron a la cita convocada en 167 municipios catalanes, todos bajo con el común denominador de una presencia mayoritaria o muy significativa del nacionalismo.

Convergència y ERC, cuyas cúpulas se han implicado de forma más o menos directa en un proceso que ha entusiasmado a sus bases, lanzaron proclamas en favor del derecho a decidir durante todo el día. Según el resultado de ayer en las urnas y encuestas anteriores, la autodeterminación sigue sumando adeptos en Catalunya en un momento en que su Estatut está pendiente de la sentencia del Tribunal Constitucional.

El éxito o el fracaso de las consultas no se medía en tantos por cientos de síes (el 94,7%). Que los contrarios o indiferentes a la independencia acudieran a las urnas daría credibilidad a un proceso organizado por las bases del soberanismo, pero lo hicieron de forma pírrica.

La clave estaba en la participación. Algunos portavoces de la coordinadora que organizó la consulta popular pusieron hace un mes el objetivo de participación en el 40%, un listón que ya de entrada pareció propio de 'visionarios' a CDC y ERC, conocedores de la realidad electoral de sus feudos. Esta semana se daba por bueno un 25%. De hecho hace tres meses, en Arenys de Munt, que abrió los diques a las consultas, votó el 40% del padrón pese a la gran atención mediática que generó un proceso que animó la Falange con su presencia. Ayer, grupos ultras se manifestaron en Barcelona sin conseguir eco.

La participación fue irregular atendiendo a especificidades de los organizadores en cada municipio. En algunos de los grandes, donde se forzó la máquina para conseguir acuerdos de los plenos pero la realidad política es poco proclive al independentismo, los resultados fueron discretos. Fue el caso de Vilanova i la Geltrú: votó el 15%. Donde los organizadores eran plurales, jugaban en casa, con una organización rigurosa y una campaña intensa, hubo éxito de participación. La comarca de Osona llegó al 41%, incluida su capital, Vic.

CDC y ERC, juntos en esta empresa ante la incomodidad de sus socios respectivos de federación (Unió) y Govern (PSC e ICV), hicieron un análisis positivo de los datos a la espera que lo que ocurra en próximas oleadas. Girona o la Seu d'Urgell votarán el 25 de abril y ese día podría hacerlo Barcelona si consigue voluntarios suficientes.

Esquerra ha estado alentando que sean sus bases las que se impliquen en el proceso. La dirección sabía que si lo hacia como partido podía encontrarse con que poco más que su núcleo duro de electores asistiera a las urnas. Pero ayer sus líderes se multiplicaron. Joan Puigcercós y Joan Ridao se hicieron omnipresentes en los colegios electorales acompañando a sus alcaldes. Votó una única consellera del Govern, la de Acció Social Carme Capdevila, que desde Sant Hilari Sacalm avisó que ni PSC ni ICV podían poner pegas a la 'conocida' praxis independentista de su partido.

Tras pedir un referéndum vinculante en la próxima legislatura, Puigcercós consideró que tras estas consultas la sentencia del Estatut es 'intrascendente'. Desde Vic y después de definirlas 'como un magma emergente', afirmó que lo que 'muchos catalanes' desean no cabe en la Constitución y el Estatut lo hace 'inviable'. En un comunicado oficial, ERC destacó que las consultas tuvieron más éxito allí donde el partido 'es más fuerte'.

También en la capital de Osona el portavoz de CiU en el Parlament, Oriol Pujol, aseguró que su formación nunca ha renunciado al derecho a decidir. Y afirmó que las consultas 'lo vuelven a poner encima de la mesa con mayúsculas' y en su 'orden de prioridades'. Artur Mas evitó aparecer, pero su portavoz parlamentario tampoco aclaró si, como pretende ERC, promoverán un referéndum de este tipo a nivel catalán. El número dos del partido, Felip Puig, consideró 'arriesgado' hablar de ello.

Desde la caótica coordinadora que convocó el 13-D hacían cuentas extrapolando los datos a Catalunya presentando un país cerca de su independencia. De momento se conformaron con una muestra significativa en los feudos del nacionalismo.

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