Los medios oficiales de Corea del Norte mostraron el domingo fotografías en las que el líder norcoreano, Kim Jong-il, quien se cree que sufrió una apoplejía en agosto, aparece sonriente y saludable en un partido de fútbol al que acudió como espectador.

La salud de Kim, quien se ausentó de una ceremonia de septiembre para conmemorar el sexagésimo aniversario de la fundación del estado, ha planteado dudas sobre su liderazgo en la única dinastía comunista de Asia y sobre quién toma las decisiones respecto a su arsenal nuclear.

"Después de ver el partido, Kim Jong-il felicitó a los futbolistas por su éxito, expresando una gran satisfacción por el alto nivel de juego que mostraron", informó la agencia de noticias norcoreana KCNA, sin dar detalles de la fecha del encuentro.

Kim, de 66 años, aparece con gafas oscuras y sentado en lo que parece ser un habitáculo especial en una de las fotografías, difundidas por el Ministerio de Unificación de Corea del Sur.

El ministerio rehusó comentar las imágenes.

Una de las fotografías muestra a Kim de pie y conversando, vistiendo ropa de otoño y con pelo, a pesar de que fuentes de inteligencia especularon con que podría haberse sometido a una operación cerebral en agosto.

El mes pasado, los medios oficiales de Corea del Norte hicieron su primera mención de una aparición de Kim en público, después de 50 días.

Expertos de Corea del Sur dijeron que las fotografías que se publicaron entonces posiblemente se tomaron meses antes, previamente a que enfermara, lo que aumenta las especulaciones sobre su estado de salud.

KCNA dijo en su información del domingo que gran cantidad de miembros de alto rango del Partido Comunista y de oficiales militares asistieron al partido con Kim.

La semana pasada, Kim no asistió al funeral de uno de los miembros de mayor jerarquía del Estado comunista, dijo Corea del Sur, lo que volvió a plantear dudas sobre si está en condiciones de aparecer en público.

Kim ha asistido a los funerales de miembros del partido de menor rango en el pasado, pero no se presentó a la ceremonia en honor de uno de los revolucionarios de la vieja guardia de Corea del Norte, quien ayudó a fundar el Estado.

La semana pasada, el primer ministro japonés, Taro Aso, dijo que varios informes de inteligencia apuntaban a que Kim probablemente estaba hospitalizado, aunque aún controla el país. El jefe de espionaje de Corea del Sur indicó que Kim aún tomaba las decisiones en el Norte.