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El crecimiento alemán, un susto para España

El BCE podría subir los tipos por el alza del PIB de Alemania

VIRGINIA ZAFRA

Qué buena noticia que por fin un país europeo esté saliendo con alegría de la crisis. Y qué buena noticia que sea Alemania, el motor de la zona del euro, el que por sí solito podría ser capaz de tirar de todos los demás. La semana pasada sorprendió con un crecimiento intertrimestral del 2,2% y el Bundesbank (su banco central) ya se ha lanzado a elevar del 2% al 3% la previsión de crecimiento para este año. Sin embargo, esa buena noticia puede ser una gran trampa para España, un obstáculo para salir de la crisis.

El ritmo de nuestra economía es muy diferente al de la alemana, tanto en los buenos momentos como en los malos, pero no tiene más remedio que asumir la misma política de tipos de interés que el gigante alemán. Y esta política es siempre, porque para ello representa el 26% de la zona del euro, la que necesita Alemania y casi nunca la que requiere España.

Si continúa al ritmo actual, la economía germana bien podría requerir una pronta subida de tipos de interés para evitar el recalentamiento de la economía y el desmadre de su inflación. Y si ello ocurriera (habitualmente el Banco Central Europeo mira más por sus designios), España tendría muchas más dificultades para salir de la crisis porque los créditos se encarecerían y tanto empresas como familias tendrían menos dinero para gastar.

Los expertos confían en que esto no ocurra de momento porque hay otras circunstancias más importantes que el crecimiento alemán para mantener los tipos inmóviles durante un largo periodo. Antonio Zamora, director de Estrategia de Banco Sabadell, explica que el BCE en estos momentos está mucho más preocupado por la situación de las entidades financieras, y precisamente las alemanas están entre las más débiles. Subirles, a ellas y al resto, los tipos de interés les haría mucho daño en estos momentos, por lo que el BCE se lo pensará mucho antes de acometer esta medida.

Prueba de que el organismo emisor está más preocupado ahora por ayudar a los bancos que por frenar cualquier crecimiento excesivo fueron ayer las declaraciones del miembro del BCE y presidente del Bundesbank, Axel Weber, quien señaló que hasta final de año se ayudará a las entidades financieras en sus problemas de liquidez y no será hasta el primer trimestre de 2011 cuando se empiece a pensar en retirarlas, informa Bloomberg.

La mayor parte de la evolución del euríbor depende en este momento de los movimientos que está realizando el BCE para aplacar las dificultades de conseguir fondos que tienen bancos y cajas. La presión se ha moderado mucho después de la publicación de los test de estrés, pero todavía no hay confianza total a la hora de que las entidades se presten dinero entre sí en lo que se conoce como mercado interbancario y en el que se fija la tasa diaria del euríbor. Hasta que esa situación no se normalice, la evolución del euríbor será, previsiblemente, muy moderada y no registrará grandes cambios.

En todo caso, la situación económica de la mayor parte de los países miembros del euro, al margen de Alemania, no justifica una subida de tipos ni, por tanto, del euríbor, pues un ascenso sería el freno a la tan deseada y luchada salida de la crisis.

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