El banco Credit Suisse, uno de los mayores distribuidores de productos estructurados de Lehman Brothers en Suiza, ha anunciado que devolverá una parte de las pérdidas provocadas por su quiebra a algunos de sus pequeños clientes, después de numerosas protestas.

La decisión del segundo banco suizo se produce después de que las quejas de cientos de ahorradores suizos inundaran las páginas de la prensa y la oficina del "defensor" de los clientes de la banca desde que el pasado 15 de septiembre quebrara el estadounidense Lehman Brothers.

El grupo suizo, aunque mantiene que sólo el banco emisor es responsable de la situación, y no el intermediario, ha flexibilizado su posición inicial para favorecer a algunos de sus pequeños clientes que han resultado más afectados.

Pero sólo serán indemnizados aquellos que poseían una fortuna de menos de 500.000 francos (310.000 euros) en el banco a fecha del 31 de agosto y que habían colocado al menos el 50 por ciento en productos de capital garantizado del banco estadounidense.

Las condiciones para la compra por Credit Suisse de estos productos todavía no se han determinado y "cada caso será estudiado de forma individual", señaló Robert Martin, responsable de la clientela privada de la región francófona suiza.

Aunque CS insiste en que no tiene ninguna responsabilidad sobre lo ocurrido "somos conscientes de que se han visto afectados algunos clientes con perfil de ahorradores y nos tomamos en serio las reacciones que esta situación ha provocado", agregó Martin.

Los clientes afectados se verán ante una oferta que podrán aceptar o rechazar, pero la medida todavía llevará tiempo.

El banco no ha dado ninguna indicación sobre el número de personas con este perfil afectadas por la crisis ni sobre las cantidades involucradas.

"Nunca damos información sobre la situación de nuestros clientes, ni siquiera de forma global", señaló Martin en declaraciones al diario "Tribune de Geneve".

Los testimonios de pequeños ahorradores que lo habían perdido casi todo se multiplicaron en los últimos días en la prensa suiza, situando a Credit Suisse en el centro de las críticas.