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La crisis genera un millón de pobres en dos años

En España, nueve millones de personas viven en la penuria, lo que supone un aumento del 3,4% respecto a 2007

SUSANA HIDALGO

Un refresco, un tetra brik de vino, seis peras y un bote de alioli. Jesús Santana y Ana, una pareja de mediana edad, abren la bolsa de plástico y enseñan lo que han comprado para comer con los diez euros que les ha dado la madre de ella.Jesús está jubilado de la construcción, Ana no tiene ingresos. Los dos viven en Jinámar, un barrio de Las Palmas de Gran Canaria, y son la cara de una estadística que señala que ya hay más de nueve millones de españoles que viven en el umbral de la pobreza, es decir, con unos 6.000 euros al año. No son indigentes ni excluidos sociales.

Son personas a quienes la crisis económica les ha sacudido de tal manera que les ha dejado con lo mínimo para sobrevivir. La ONG Cáritas presentó ayer su último informe sobre pobreza y los datos son demoledores. Si hace dos años había en España ocho millones de pobres, ahora la cifra ha aumentado en un millón de personas (un 3, 4%), hasta los nueve millones.

El dato se traduce en que un 22,7% de la población española vive bajo el umbral de la pobreza. De ese porcentaje, un 19,6% sufre lo que se llama pobreza moderada (con unos ingresos anuales por persona de unos 6.000 euros). Y el 3,1% vive una pobreza extrema (los ingresos al año por persona descienden hasta los 3.000 euros). El estudio, basado en más de 3.000 encuestas, compara datos del segundo semestre de 2007 cuando aún no había empezado la crisis con el mismo periodo de 2009.

Los hogares que se mantienen estables son los que cuentan con un jubilado

En toda la UE hay 84 millones de pobres. Un 10,7% de ese total proceden de España. En mayo de 2009, la Comisión Europea (CE) señaló durante el Encuentro Anual Europeo de Personas en Situación de Pobreza que los 27 Estados miembros sumaban, en ese momento, 78 millones de personas viviendo en la penuria. La CE ya advertía de que la crisis estaba generando una nueva clase social, la de los llamados 'trabajadores pobres'. Es decir, ciudadanos a quienes tener un empleo no les libra de la miseria.

La pobreza derivada de la actual crisis económica afecta sobre todo a las mujeres, según señaló ayer Miguel Laparra, el autor del estudio de Cáritas, al que ha denominado El primer impacto de la crisis en la cohesión social en España. 'La crisis está provocando que haya un retroceso en la igualdad social entre hombres y mujeres', alertó Laparra.

'Limpiaba un instituto y me echaron. Cojo lo que sea', dice una chica

Son ellas las que peor lo están pasando. Al perfil de mujer afectada por la pobreza hay que sumar el de joven y el de estar, además, al cuidado de otros miembros de la familia. En cambio, los hogares que logran mantener el equilibrio son los que tienen algún jubilado, al tener el ingreso fijo de la pensión.

Rebeca Sánchez, de 25 años, vuelve a ser otro rostro de la estadística. Vive también en Las Palmas de Gran Canaria, tiene 25 años y una hija de 15 meses. 'Estoy fatal, como nunca. Limpiaba un instituto. Se acabó, todas fuera. Diez limpiadoras. Cojo el trabajo que sea', explica, mientras mata el tiempo en un bar. Rebeca lleva el nombre de su chico tatuado en la muñeca: Nandy. Él permanece a su lado, en silencio, y cuando se le pregunta qué piensa, contesta apagado: 'Pues lo mismo'.

En Cáritas diferencian entre pobreza, que se mide por indicadores económicos, y exclusión, donde hay que tener en cuenta otras variables como fracaso escolar, violencia familiar, salud mental o ser, por ejemplo, madre adolescente. Hablando en términos de exclusión, Cáritas alerta de que en la actualidad al menos hay 3,1 millones de hogares en situación de exclusión social, lo que significa un aumento de 376.000 hogares que viven en esta situación con respecto a 2007. La ONG incide en que, junto a las mujeres, los inmigrantes y los ciudadanos de etnia gitana, son los que más sufren las consecuencias de la crisis. 'La exclusión extrema (indigencia) no ha empeorado. Sí que lo ha hecho la exclusión moderada, esas personas que lo están pasando realmente mal pero sin llegar al aislamiento', afirmó Sebastián Mora, presidente de Cáritas España.

Javier Baeza es sacerdote de la parroquia de San Carlos Borromeo, situada en Entrevías, uno de los barrios más deprimidos de Madrid. En el templo atienden desde hace muchos años las necesidades de las personas sin recurso de la zona. Pero, desde la crisis, Baeza ha notado que el perfil de los que piden ayuda ha cambiado. 'Vienen familias normales, que se han quedado sin ingresos, a cubrir sus necesidades básicas alimenticias, como un saco de arroz', describe.

Ayer, además, la parroquia tuvo que atender dos casos de un problema que nunca antes se les había presentado: familias que se han quedado sin casa porque han sido deshauciadas. 'Vinieron una familia rumana y otra española', explica Baeza, que alerta también de 'la angustia' que están viviendo muchos hogares porque las clases por la tarde en los colegios ya han terminado. 'Ya no hay comedor escolar, lo que en tiempos de crisis suponía un alivio', concluye.

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