La crisis en el mercado inmobiliario de Estados Unidos ha sacudido los cimientos del banco UBS, considerado el más importante de Suiza, y le ha llevado a registrar pérdidas acumuladas de 16.400 millones de francos (unos 10.500 millones de euros) en los nueve meses que ya dura esta situación.

El banco informó hoy de sus resultados preliminares para el primer trimestre del año, durante el que ha perdido 12.000 millones de francos (unos 7.740 millones de euros), frente a los 3.275 millones de francos de beneficio que anunciaba hace un año, cuando su situación no podía ser mejor y los resultados récord se sucedían uno tras otro.

Para paliar este nuevo revés, el grupo bancario anunció que procederá a un nuevo aumento de capital que le permita conservar su posición como "uno de los bancos mejor capitalizados del mundo", dijo hoy su presidente Marcel Ospel.

El banco ya procedió el pasado febrero a una primera capitalización por un importe de 13.000 millones de francos, de los que 11.000 millones fueron financiados por el fondo soberano de Singapur GIC, que se convirtió así en el primer accionista del grupo al detentar el 9 por ciento del capital.

El resto fue financiado por un inversor de Oriente Medio que ha exigido el anonimato, aunque se sabe que es saudí.

La nueva capitalización deberá ser avalada por los accionistas en la Asamblea General del próximo día 23, en la que también se tendrá que confirmar la designación de Peter Kurer, actual consejero del banco, como sucesor del saliente Marcel Ospel.

El actual presidente ha cedido a las presiones y tras haberse mantenido firme en el cargo cuando se conocieron las pérdidas del ejercicio 2007, ha decidido ahora no buscar la reelección como era su intención, con lo que admite que no es la persona apropiada para sacar al banco de la turbulencia en la que se encuentra.

La fundación "Ethos", formada por 79 inversores institucionales, ha recibido con "satisfacción" la noticia del retiro de Ospel y la considera como el reconocimiento de que el directivo "no es parte de la solución" a los problemas del UBS.

Sin embargo, el presidente ha dejado en claro que ha sido él quien ha decidido dejar su puesto y, para afianzar esa impresión, el Consejo de Administración ha señalado que "lamenta" la partida de Ospel, quien estaba a la cabeza de ese órgano desde 2001.

Pero además de una segunda capitalización, UBS ha tomado otras medidas, como la creación de una unidad especial para gestionar ciertos activos sin liquidez en el sector inmobiliario estadounidense, en el cual los hechos muestran que había realizado inversiones desmesuradas.

UBS expresó su confianza de que las medidas que ha tomado le permitan solucionar su exposición a ese sector y concentrarse en reforzar sus operaciones principales.

Por su parte, el consejero delegado de UBS y responsable de su banca de inversiones, Marcel Rohner, negó que se esté pensando en escindir las actividades de ese sector del grupo.

No obstante, la banca de inversiones del banco suizo sufrirá un recorte de personal, que aún no ha sido cuantificado.

Tras la situación desvelada hoy, la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's (S&P) rebajó hoy la calificación de UBS de AA a AA- para sus créditos a largo plazo, aunque mantuvo la de A-1+ para los de corto plazo.

Los inversores recibieron bien las medidas anunciadas por UBS, cuyas acciones se han mantenido desde la apertura hasta la tarde en constante progresión.