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Cristiano tiene la palabra

Sólo si el futbolista lo pide, un médico luso se desplazará a España para reconocer su dolorido tobillo

 

LADISLAO JAVIER MOÑINO

Sin ruido, con su habitual pausa, Carlos Queiroz provocó ayer un seísmo de consecuencias imprevisibles. Según lo fijado en su agenda, a última hora de la tarde, el seleccionador luso hizo pública la lista de convocados para la eliminatoria de repesca en la que Portugal se juega la vida los días 14 y 18. El entrenador incluyó a Cristiano Ronaldo entre los 23 llamados a pelear con Bosnia el billete para el Mundial 2010 de Suráfrica.

El delantero, que recayó de su lesión de tobillo precisamente durante el encuentro que Portugal jugó ante Hungría hace un mes, se enfrenta a un dilema peliagudo. El Real Madrid quiere impedirle a toda costa que se presente esta tarde en Óbidos, lugar escogido por la Federación lusa para preparar sus dos decisivos choques, 'porque está de baja médica y tiene que cumplir una rutina de entrenamientos y recuperación', aseguran desde el club. Sin embargo, es el propio futbolista el único que puede negarse a viajar.

Así, según el Reglamento de la FIFA, los jugadores lesionados tienen derecho a pedir que los doctores de su selección se desplacen al país del club en el que juegan para realizar los exámenes médicos que acrediten, o no, la lesión que se alega. Por eso el Real Madrid ha abierto las puertas de Valdebebas a los galenos lusos, por si quieren comprobar in situ el estado del jugador. También serán enviados a la federación vecina, seguramente hoy mismo, los informespertinentes.

Esa es la postura del club, que no entiende la insistencia de Queiroz. 'Cristiano ha estado a punto de ser operado', dicen con preocupación desde Concha Espina. 'Si no se hubiera cometido la primera imprudencia, Cristiano ahora estaría dando soluciones a Portugal y a nosotros, algo que nos hubiera venido muy bien para afrontar esta crisis', argumenta enfadado otro directivo de la entidad blanca. Se refiere al citado encuentro con Hungría, al que Cristiano llegó tocado tras el golpe que le había propinado Diawara, defensa del Olympique de Marsella, en la Liga de Campeones. Ronaldo apenas pudo vestir un cuarto de hora la camiseta de su selección, se retiró dolorido y desde entonces no ha vuelto a jugar. 'Ahora, Portugal se juega la vida y tiene que rascar de donde no hay', lamentan en el Real Madrid .

En medio de todo está el futbolista, que ya sabe por boca del club que no desea que se desplace a Portugal. En el Real Madrid preocupa la campaña que los medios de comunicación lusos pueden desatar contra el delantero, y que esto degenere en un desgaste psíquico que le altere y le presione más de lo que ha estado ya por sus ganas de demostrar el elevado precio de su fichaje, 96 millones de euros. 'No me imagino un Mundial sin Portugal', dijo el jugador hace un par de semanas, donde también se refirió a su nuevo equipo como 'una nueva novia a la que intentas agradar'. Ahora se debate entre su pasión blanca y su amor a la patria.

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