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Cuatro tabacaleras demandan a FDA por reglas de etiquetado

Reuters

Por Jonathan Stempel

Cuatro grandes fabricantes decigarrillos demandaron a la Administración de Alimentación yMedicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés)en un intento de anular por inconstitucional avisos que alertana los consumidores del riesgo de fumar y les inducen a dejar elconsumo de tabaco.

La demanda de R.J. Reynolds, propietaria de ReynoldsAmerican; Lorillard; Liggett y Commonwealth Brands, de labritánica Imperial Tobacco, señala que los avisos forzarían alos fabricantes de cigarrillos a "promulgar el antitabaquismo"en nombre del Gobierno.

Añadieron que eso viola el derecho a la libertad deexpresión que protege la Primera Enmienda, según la demandapresentada el martes ante el Tribunal de Distrito deWashington.

"La idea de que el Gobierno puede exigir a aquellos quefabrican un producto legal que decoren la mitad del paquete confotos y palabras redactadas reconocidamente para persuadir a laciudadanía de que no compre ese producto no se puede justificarconstitucionalmente", dijo Floyd Abrams, destacado especialistaen la Primera Enmienda que representa a los fabricantes decigarrillos, en un comunicado.

Una portavoz de la FDA no quiso hacer comentarios,aduciendo que es política del organismo no hablar de un litigiopendiente.

El Acta de Control del Tabaco y Prevención del Tabaquismo,de 2009, exige avisos en color que ocupen la mitad frontal yposterior de los paquetes de cigarrillos.

Cadáveres, pulmones enfermos y dientes deteriorados sonalgunas de las imágenes que se desplegarían obligatoriamente apartir del 22 de septiembre, en el primer cambio de este tipoen 25 años en Estados Unidos.

Entre las marcas de Reynolds figuran Camel, Winston y Kool;Lorillard es dueña de Newport y True; y entre las marcas deCommonwealth están Davidoff. Liggett comercializa otras comoEve.

Las cuatro firmas de cigarrillos son las más grandes entamaño en Estados Unidos, aparte del grupo Altria, que vendeMarlboro y que no forma parte del caso. Altria había apoyadopreviamente la legislación de 2009.

Kathleen Sebelius, secretaria del Departamento de Salud,dijo en junio que las advertencias se asegurarían de que lapersona que tome un paquete de cigarrillos "sepa exactamentequé riesgos asume".

Añadió que el objetivo era impedir que los niños empezarana fumar y dar a los adultos un incentivo para dejarlo.

Pero la demanda de las compañías de tabaco dijo que lasetiquetas les fuerzan a hacer que el consumidor se sienta"deprimido, desalentado y con miedo" a la hora de comprarcigarrillos, y que hacen que cada paquete se convierta en un"minitablón" del Gobierno.

Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades,unos 46 millones de adultos estadounidenses, o un 20,6 porciento de la población, fuman cigarrillos, un porcentaje que hacambiado poco desde 2004.

Se prevé que más de 221.000 estadounidenses seandiagnosticados de cáncer de pulmón en 2011, según la SociedadEstadounidense del Cáncer. El tabaco causará la muerte a casiseis millones de personas en todo el mundo en 2011, incluyendoa 600.000 no fumadores, según la Organización Mundial de laSalud.

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