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Cuba mantiene un escenario normal tras el anuncio del fin de gobierno de Fidel Castro

EFE

Decir que en Cuba no pasa hoy nada, tras anunciarse el fin de medio siglo de gobierno de Fidel Castro, puede parecer un desenlace de película, pero nada más lejos de la realidad: es de capítulo de telenovela, porque la historia continúa y así se estila en esta isla del Caribe.

La Habana presenta hoy su habitual escenario y los mismos actores; gente que acude a trabajar con las esperas y colas de siempre, charlas de béisbol en las esquinas y colas en el agromercado con peleas por los excesos en el pesaje de los tomates y el boniato, la verdadera angustia de no pocos.

"¿Qué pasa con Fidel?", pregunta Jorge, albañil de 42 años, al ser cuestionado por el anuncio, el martes, del líder cubano de que no aceptará la renovación de sus cargos en el Gobierno.

"Nada, no pasa nada", se responde a sí mismo, al explicar con desgana que "hace casi dos años que no está y ya se sabía que no iba a volver".

"¿Usted no ha visto que ya no estaba y que no volvía?", indicó, como quien hace referencia a un pasaje de los seriales televisivos que acompañan los atardeceres de los cubanos.

La historia sigue al empezar la era post-Fidel, aunque en Cuba el tiempo parece detenido desde hace décadas.

El anuncio retumba fuera de la isla, pero dentro la falta de preocupación de los cubanos por la jubilación de Castro es solo superada por la que sienten ante la elección el próximo domingo del nuevo Consejo de Estado, en el acto de instalación del Parlamento.

El presidente del Consejo de Estado será, por primera vez en 32 años, alguien distinto a Fidel Castro.

"¿Y qué más da?. Será Raúl (Castro, presidente interino) o Lage (Carlos, vicepresidente) o el otro.,¿Qué más da, si todo sigue igual, si va a ser uno de los mismos que están ahí?", dijo, por su parte, José, de 69 años.

Marta explica que conoce a "gente que se alegró y gente que lloró" con la noticia de que Castro se retira, aunque no hicieron de ello un drama ni festejaron con ron, ya que, en su opinión, las preocupaciones de la gente son otras.

Para Beatriz, de 52 años y limpiadora, lo único importante son los "cambios que se vienen", en relación a unas reformas económicas que no acaban de llegar y muchas prohibiciones que el Gobierno de Raúl Castro dice que deben eliminarse, sin especificar cuáles.

"Ustedes los periodistas van a tener mucho trabajo", anuncia y enumera una lista de supuestas cosas que "ya vienen".

Entre ellas, salarios más altos, más cosas que comprar en moneda nacional -el peso cubano, equivalente a cuatro centavos de dólar-, la compra y venta de casas y coches, la eliminación de los permisos para salir del país y la posibilidad de acceder a teléfonos celulares.

"Eso es lo que le preocupa a la gente de verdad, no si Fidel está o no está", afirmó Yosvany, de 25 años y de oficio "resolvedor", según dice, aludiendo al esfuerzo cotidiano por superar las escaseces.

Sobre el próximo domingo, asegura que lo único que pasará en La Habana será lo de siempre: "que todo está muy caro y hay que inventar para ver qué se hace por poco dinero".

La decisión de abandonar el poder tras casi medio siglo tampoco ha tenido un tratamiento especialmente amplio en la prensa, la radio y la televisión cubanas, salvo en Radio Rebelde y el diario Juventud Rebelde, en el que hoy aparecen mensajes y repercusiones internacionales de la noticia.

"Cada uno de nosotros actuará como un comandante en jefe", titula el "diario de la juventud cubana" en portada, sobre un mensaje de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media.

Tampoco en la Feria del Libro de La Habana se puede hoy percibir nada que indique que el país está a punto de un cambio de guardia que no se producía hace 50 años.

Por las calles de la Fortaleza de la Cabaña, donde se ubica la feria, miles de personas, niños, escolares uniformados y trabajadores paseaban y curioseaban en los puestos de venta de libros con matutina tranquilidad.

En la particular interpretación de Marta sobre lo que ocurre hoy en Cuba, la "tranquilidad es lo único que importa de verdad a los cubanos y por eso no pasa nada".

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