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Cuenta atrás para la última estatua ecuestre de Franco

La figura del dictador se retirará de Santander a partir del lunes

RAMIRO VAREA

La última estatua ecuestre de Francisco Franco apura sus últimas horas frente al Ayuntamiento de Santander. Dentro de dos días se iniciarán las obras de remodelación de la plaza del consistorio y el monumento se despedirá del lugar que ocupa desde hace 44 años.

El alcalde de la ciudad, Íñigo de la Serna (PP), anunció hace dos días que el próximo lunes comenzará el vallado de la zona donde se erige la figura, que se sitúa frente a otra con el escudo de la I República y que también será retirada. Ambas serán trasladadas al futuro Museo de Cantabria, un espacio que todavía está sin construir. Mientras tanto, quedarán retenidas en un almacén municipal.

Tras vallar la zona oeste de la plaza del Ayuntamiento, los técnicos municipales procederán a 'la retirada de elementos'. Fuentes próximas al alcalde confirmaron ayer que esta primera fase de reforma afectará, de forma más inminente, a 'la retirada del mobiliario urbano' como papeleras y bancos. Por eso, descartaron que el lunes se desplace la figura del dictador, una estatua de siete metros de altura que llegó a la ciudad en 1964.

El alcalde no quiso concretar qué día se trasladará el monumento, pero desde el Ayuntamiento recuerdan que el anterior edil, Gonzalo Piñeiro (PP), ya avanzó en su día que la estatua se retiraría 'con la mayor normalidad', 'sin nocturnidad' y 'sin buscar enfrentamientos' entre los vecinos.

La retirada de símbolos franquistas continúa, mientras, por toda España. En Tenerife, el pleno del Cabildo acordó ayer por unanimidad retirar el monolito dedicado al tirano, enclavado en el paraje de Las Raíces (El Rosario). Fue allí donde, el 17 de junio de 1936, Franco se reunió con distintos oficiales para dar el impulso definitivo al Golpe de Estado contra la II República, que arrancó el 18 de julio de aquel mismo año.

Sólo un día antes, la corporación de Ferrol (la localidad natal del dictador) acordó la retirada de todos los títulos honoríficos otorgados a Franco y a su familia. El general ostentaba los cargos de 'Alcalde Honorario' e 'Hijo Predilecto', así como la Medalla de Oro de la ciudad. Los honores de 'Hijo Adoptivo' fueron ampliados también a su esposa, Carmen Polo, a su hija Carmen y a sus nietos.

La moción contó con los votas favorables de PSOE, IU y BNG. El PP e Independientes por Ferrol se abstuvieron. El portavoz del BNG, Xoán Xosé Pita Díaz, denunció que tales distinciones suponen 'exaltar un régimen opresor que se caracterizó por la falta de libertades'. 'Una institución democrática no puede tener en el cuadro de honor a un dictador fascista que privó a muchos de los derechos fundamentales de vida y libertad', remachó. Los representantes del PP apostaron por abordar 'problemas del presente y del futuro', no del pasado, y la resolución de cuestiones 'de los vivos y no de los muertos'.

Hace sólo una semana, el Ayuntamiento de Toledo aprobó -con el voto en contra del PP- la retirada de todas las medallas concedidas a Franco. Y en Nerva (Huelva), el pleno municipal decidió eliminar todos los símbolos franquistas. Además, el dictador dejó de ser alcalde honorífico del municipio. No ocurrió lo mismo en Lorca (Murcia), donde el equipo municipal (PP) rechazó una moción de la oposición y mantuvo la medalla de oro de la ciudad a Franco, informa Jesús Pons.

Otra de las localidades que ha aplicado la Ley de Memoria Histórica es Pamplona. El lunes se habrán retirado las últimas calles con nombres vinculados al Movimiento Nacional, informa Amaia Uriz. Los tribunales obligaron a sustituir las antiguas nomenclaturas. Todo lo contrario que en Zaragoza, donde los concejales de Chunta Aragonesa denuncian las reticencias del alcalde Juan Alberto Belloch (PSOE).

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