La selección francesa de fútbol se enfrentará el sábado en Dublín a un duro desafío cuando el equipo dirigido por el cuestionado entrenador Raymond Domenech visite a Irlanda en el partido de ida de la repesca para clasificarse al Mundial de Sudáfrica 2010, en un ruidoso estadio Croke Park.

El campeón del mundo en 1998 y subcampeón en 2006 fue superado por Serbia en su intento de lograr la clasificación automática, por lo que ahora deberá jugarse su opción de llegar al Mundial, al igual que otros siete equipos europeos.

Si Francia no vence a los irlandeses, Domenech deberá buscar un nuevo trabajo casi con toda seguridad.

Irlanda realizó una buena fase de clasificación y complicó al campeón del mundo, Italia, en la lucha por la clasificación directa. Por ello, el defensa Richard Dunne cree que pueden dejar fuera del Mundial a Francia, algo que no ocurre desde 1994.

"Creo que en el último Mundial y en la pasada Eurocopa, aunque Francia no ha estado exenta de problemas siempre avanza. Tal vez es el momento de poner fin a eso", dijo el jugador del Aston Villa.

SIN RONALDO

Por otro lado, Portugal, otra potencia futbolística que está en peligro de perderse el Mundial, recibirá el sábado a Bosnia y decidirá su suerte el miércoles en los Balcanes.

Los lusos podrían tener un partido más cómodo ante los bosnios, que tratan de clasificarse para su primer Mundial, si pudieran contar con Cristiano Ronaldo.

Sin embargo, el delantero del Real Madrid no estará en ninguno de los dos encuentros después de ser descartado por una lesión en el tobillo.

Aun así, el conjunto portugués es el gran favorito en esta eliminatoria.

"Nunca he estado más preocupado en mi vida, porque esta es la prueba más grande de mi carrera y tendremos que tener un rendimiento de nivel mundial en los partidos para poder eliminar a Portugal", dijo el técnico bosnio, Miroslav Blazevic.