El Dalai Lama intentará levantar el martes las esperanzas de los tibetanos que buscan la autonomía en un discurso en el que también lamentará lo que llama la brutal represión china sobre su tierra y defenderá la posibilidad de alcanzar un compromiso con Pekín.

El líder budista tibetano instará a China a cumplir con sus demandas de una "autonomía significativa" en un mensaje para marcar los 50 años de su exilio, tras un fallido intento de levantamiento contra el control chino en la empobrecida y conflictiva región.

"Estos 50 años han traído un sufrimiento y una destrucción incalculables a la tierra y el pueblo del Tíbet. Hasta el día de hoy, los tibetanos del Tíbet viven en constante temor", dirá el Dalai Lama a una audiencia en Dharamsala, ciudad del norte de India donde ahora tiene su sede el Gobierno tibetano en el exilio.

De acuerdo a un adelanto del texto de su discurso obtenido por Reuters, el Dalai Lama también elogiará a los manifestantes tibetanos que salieron a las calles de la montañosa región hace un año para protestar contra el régimen chino.

Protestas lideradas por monjes en la capital regional del Tíbet, Lhasa, desataron disturbios el 14 de marzo, cuando una turba tibetana atacó negocios administrados por chinos han y musulmanes hui, dejando un saldo de 19 personas muertas.

El malestar y el subsiguiente operativo de seguridad se expandieron por todas las áreas tibetanas.

Grupos en el exterior que demandan la autonomía de la región dijeron que más de 200 tibetanos murieron en los incidentes, aunque autoridades chinas negaron la cifra y dijeron que usaron una fuerza mínima.

A pesar de condenar la represión china y la falta de progreso en las conversaciones entre sus enviados y Pekín, el Dalai Lama también dirá que ambas partes deben trabajar juntas para encontrar una salida.

"Desde tiempos inmemoriales, los pueblos tibetanos y chinos fueron vecinos", dirá el Dalai Lama de acuerdo al texto. "Por lo tanto, lo más importante para nosotros es coexistir amistosamente unos con otros".

El líder insistirá en que su plan de lograr la autonomía bajo el dominio chino -no el más radical de una independencia total- sigue siendo la máxima esperanza del pueblo.

China dice que el "entorno" del Dalai Lama instigó el malestar producido el año pasado y lo considera un separatista que usa la religión para presionar por la independencia del Tíbet. Pero el monje de 73 años dice que se opone a la violencia.

En su discurso, el Dalai Lama también tiene previsto acusar a funcionarios chinos de incentivar deliberadamente la animosidad pública contra los tibetanos.