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Los datos de EEUU amortiguan en Bolsa la decepción por Grecia

España coloca a menos precio sus títulos de deuda a corto plazo

PILAR BLÁZQUEZ

No hay nada como acostumbrarse a los disgustos para poder sobrellevarlos mejor. Y si hay algo con lo que los mercados financieros han creado callo durante los últimos años ha sido con las malas noticias provenientes de Grecia. La de ayer fue una más. El ansiado acuerdo entre el Gobierno heleno y sus bancos acreedores volvió a tropezar.

La noticia no gustó a los inversores y mucho menos gustó la advertencia de la agencia de rating Standard & Poor's de que, haya acuerdo con los bancos o no, degradará la calificación del país al estatus de 'quiebra selectiva'. Aunque esa decisión no supondrá un 'efecto contagio al resto de países de la zona del euro', según aseguró John Chambers, director de ratings de la agencia.

Pero, a pesar de todo, la reacción de los mercados fue contenida. Las principales bolsas europeas cerraron con caídas, que, en ningún caso, superaron el 1%. El Ibex 35 español se dejó un 0,33%, hasta los 8.591 puntos. 'A pesar de los problemas en Grecia, los últimos datos macroeconómicos están sorprendiendo positivamente, tal vez porque las previsiones habían sido demasiado pesimistas. Pero lo cierto es que están permitiendo construir un sentimiento inversor bastante positivo', explica Ángel Olea, gestor de fondos de Abante Asesores.

Ayer, ese sentimiento positivo que permitió compensar la decepción griega se asentó en los datos de actividad manufacturera de enero en Europa y, sobre todo, en el índice de actividad en Estados Unidos, mucho mejor de lo que esperaban los analistas.

Las bolsas, en cambio, pasaron por alto las nefastas previsiones sobre la economía mundial publicadas oficialmente ayer por el Fondo Monetario Internacional, pero ya conocidas desde la semana pasada. Tampoco tuvo repercusión en la evolución de la renta variable la subasta de deuda española, a pesar de que fue todo un éxito. El Tesoro adjudicó el máximo previsto, 2.506 millones de euros, en letras a tres y seis meses. Y, como en las seis subastas anteriores, el tipo de interés se redujo gracias a que la banca volvió a acudir en masa a la subasta.

La demanda total superó los 13.000 millones de euros, es decir, cuatro veces más que los 1.400 millones adjudicados en las letras a tres meses, y casi siete veces más que los 1.106 millones adjudicados en letras a seis meses. Gracias a ello, el tipo de interés de los títulos que vencen en abril se redujo un 30%, hasta el 1,33%, en comparación con la anterior subasta de similares características de diciembre. Las letras a seis meses se adjudicaron al 1,9%, un tipo de interés un 25% inferior y el más bajo desde junio de 2011.

En el mercado secundario de bonos españoles el efecto de la subasta permitió una ligera caída de la prima de riesgo, hasta los 345 puntos básicos. 'La suspensión de la subasta del déficit eléctrico (ver información en página 26) ha puesto a los inversores algo nerviosos. Además, los problemas de Portugal están impidiendo una relajación mayor de la prima de riesgo española', asegura Ángel Olea.

Y es que la prensa anglosajona lleva días señalando a Portugal como el país que seguirá el mismo camino que Grecia, y tendrá que pedir un segundo rescate, por lo que las apuestas de los hedge funds contra la deuda lusa están castigando con fuerza su prima de riesgo.

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