Receta economía como si presidiese un consejo de guerra y eso le ha valido el premio al Estadista Global en el Foro Económico Mundial de Davos. La cumbre, que reúne a los gobiernos de las principales economías con las cien empresas más poderosas del mundo, reconoció al presidente de México, Felipe Calderón, como "un líder de los tiempos actuales".

El mandatario mexicano se tomó la licencia de aconsejar a Europa que, para salir de la crisis, saque "la bazuca antes de que la pólvora se humedezca". "Tenemos una bomba de tiempo. Se encuentra en Europa y estamos trabajando juntos para desactivarla antes de que nos explote a todos", aseveró al recibir el reconocimiento Calderón, quien afirmó que urge "detener la hemorragia lo antes posible".

Durante su mandato, el poder adquisitivo de los mexicanos ha disminuido un 46%

Un premio y un discurso que han suscitado reacciones iracundas en México, inmerso en una ola de violencia y donde la economía de las familias no ha mejorado. Desde que asumió la presidencia hace cinco años, el Estadista Global decidió implementar una estrategia de combate militar al narcotráfico, que ha desembocado en una guerra cruenta entre bandas. Ya se ha cobrado más de 60.000 muertos y decenas de miles de desaparecidos, según los medios locales.

De hecho, antes de que pronunciara su beligerante discurso económico, un comando acribillaba a ocho personas en Monterrey, la capital financiera de México. Sus palabras sonaron como "una muestra de insensibilidad y de torpeza política" y pusieron de relieve "una alarmante fijación belicista del presidente", señaló el analista Julián Sanmillán en Pulso Ciudadano.

Aunque el galardón venga de las élites responsables de la disminución del Estado frente al mercado, en México ha caído como una broma macabra. Este año se prevé un crecimiento de la economía del 3,5%, dos puntos menos que en 2010. El descenso se debe a la crisis de EEUU, el principal inversor extranjero. Si bien las cifras macroeconómicas no lo dejan tan mal parado en comparación con otros países, la realidad cotidiana es otra. Según un estudio de la OCDE, el mexicano más pobre tiene hasta 27 veces menos ingresos que el más rico. Esta brecha se ha ido ampliando en los últimos 30 años, desde que se implementó el neoliberalismo.

La oposición critica que le den el premio a quien «vendió» su país a EEUU

En el mandato de Calderón, 13 millones de mexicanos han traspasado el umbral de la pobreza, hasta sumar 53 millones de ciudadanos en la miseria. El poder adquisitivo de las familias ha disminuido en un 46%: hace cinco años, el salario mínimo diario permitía comprar cinco kilos de frijoles, mientras que ahora sólo alcanza para la mitad. La hambruna empieza a ser una plaga en algunas regiones rurales y, hace diez días, 18 indígenas murieron de inanición en la sierra tarahumara, en el estado fronterizo de Chihuahua. El mismo donde se ubican las principales plantas maquiladoras del país, que fabrican manufacturas para EEUU.

La crisis del vecino del norte ha reducido el dinero que envían los 12 millones de emigrantes. "Nos debería dar vergüenza no sólo que sigamos dependiendo de las remesas sino que no hayamos podido generar las condiciones para que nuestra gente no tenga que emigrar. No hay un indicador económico que justifique el premio", aseguró Mario Di Constanzo, diputado del Partido del Trabajo.

Entonces, ¿cómo se explica el galardón? La oposición cree que es por la "entrega de la soberanía nacional". México no es autosuficiente en casi nada. Un tercio del maíz que se consume se importa de EEUU y el petróleo, principal fuente de ingresos, se refina allí y la gasolina que ha subido un 45% con Calderón es comprada luego más cara.

La semana pasada, la Academia Mexicana de Ciencias manifestaba que puede llegar a ser un "Estado fallido" si no afronta urgentemente el problema de la seguridad alimentaria, amenazada por la importación de transgénicos, el crecimiento de la población y la crisis agraria. Mientras el campo se abandona, la tercera parte del suelo ha sido cedido a multinacionales para extraer oro, plata y otros recursos.

Di Constanzo cree que el reconocimiento a Calderón supone "un espaldarazo de EEUU y los capitales financieros a la venta del país y a su estrategia de seguridad nacional, que ha permitido que EEUU tenga más presencia". Por su parte, el presidente se vanaglorió de la lucha contra el crimen y la corrupción. Una gestión cuestionada incluso por la ultraliberal Heritage Foundation, que penalizó a México en su Índice de Libertad Económica por "la violencia relacionada con el narco y la corrupción". Así las cosas, el premio deja mucho que desear.