Fiel al guion previsto, el Banco Central Europeo rebajó este jueves medio punto los tipos de interés. La decisión fue unánimemente calificada de “positiva”, de “alivio” para la economía, pero también recibió fuertes críticas: la mayoría de los agentes económicos opinan que, en las circunstancias actuales, un recorte de 50 puntos básicos es “insuficiente”; sobre todo, teniendo en cuenta que el Banco de Inglaterra optó por un recorte tres veces mayor que el “balón de oxígeno” que recibió la zona euro.

Decepción, por tanto, ante la segunda bajada que se realiza en apenas un mes. “Se equivocaron al elevar el precio del dinero en julio, y se equivocaron, también, al mantenerlo a ese nivel (4,25%) hasta el pasado octubre. Ahora tendrían que haber sobrerreaccionado”, señalaba este jueves el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez. Reconocía, obviamente, que el instituto emisor europeo “va en la buena dirección”, pero subrayó que “no le quedará otro remedio que seguir bajando los tipos”, como admitió el propio Trichet.

Para el economista jefe de Cemex, Manuel Balmaseda, el problema es que los canales de transmisión de las políticas monetarias están atascados, “y eso provoca que el impacto que los recortes de tipos tienen en la economía real sea menor”. “Hacen falta medidas complementarias”, subraya, en referencia a otras iniciativas destinadas a la capitalización de las entidades financieras.

Más optimista, el Gobierno confió en que la nueva bajada de tipos aporte “más confianza” a los bancos, lo que permitirá que “se presten entre sí” y que esto redunde en un mayor acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. Desde el PP, el discurso fue similar: el secretario de Economía y Empleo del partido, Álvaro Nadal, dijo que el BCE ha dado un respiro a la “endeudada” economía española.

Los sindicatos, en cambio, fueron menos condescendientes. UGT dijo que la rebaja de ayer demuestra que se “empieza a reaccionar”, pero denunció que “la diferencia respecto a Estados Unidos (donde los tipos están ya en el 1%) es alarmante”. Desde Comisiones Obreras aplaudieron el recorte con matices: esperaban un recorte más drástico.

Todos confían en que, a pesar a todo, esta nueva rebaja de tipos acelerará la caída del Euribor. Desde su máximo histórico, el 2 de octubre, la principal referencia hipotecaria ha cedido ocho décimas (hasta el 4,701% de este jueves), pero, a juicio de los expertos, “va demasiado lento”. Se prevé que las cuotas hipotecarias empiecen a bajar a partir de diciembre.