El Seleccionador Nacional de Fútbol Vicente del Bosque se ha dado hoy un baño de multitudes en su provincia natal y ha engrandecido, "aún más", la popular tradición mozárabe de El Marrano de San Antón de La Alberca, tras hacer las veces de padrino del cerdo.

Al grito unánime de "¡Vicente, qué grande eres!, Del Bosque ha hecho una entrada "triunfal" por las callejas históricas de La Alberca, que ha durado más de media hora, hasta que ha llegado a la Plaza Mayor, ya que el salmantino ha atendido a todos: a turistas, a vecinos, a niños, a padres y a una amalgama de periodistas que también se han abalanzado sobre él para buscar algún titular.

El Marrano de San Antón es un cerdo que cada año vaga por el pueblo y se alimenta de lo que le dan los vecinos y turistas y que hoy, el día en el que ha sido rifado, apenas ha acaparado los flashes de las cámaras, ya que el protagonista ha sido Del Bosque.

El seleccionador ha sido agasajado con numerosos presentes, entre ellos el embutido típico de La Sierra de Francia, y en su discurso desde el balconcillo consistorial se ha dirigido al público agradeciendo "de corazón" el recibimiento.

Del Bosque también ha hablado de fútbol y ha dejado caer que a nivel profesional "todos estamos obligados a ganar", aunque, ha matizado e insistido, "hay que ganar con ética y buen comportamiento".

Mientras tanto, El Marrano de San Antón, una tradición heredada hace cinco siglos de los judíos, que criaban un cerdo para demostrar su conversión al cristianismo, se "escurrió" sin pena ni gloria entre los cientos de curiosos, que este año sólo han mirado hacia Vicente del Bosque.

La fiesta, un año más, ha concluido con la degustación de cientos de kilos de embutido serrano, ya que esta zona de la provincia de Salamanca es, como ha dicho Del Bosque, "La Ruta del Colesterol".