'No pasa nada, podéis bajar lo que queráis del eMule. Pero no lo vendáis'. Al igual que durante la semana pasada la frase más comentada en la blogosfera fue el admonitorio '¿Por qué no te callas?' real, la más ‘posteada' este fin de semana ha sido la pronunciada por Jorge Martín, Jefe del Grupo de Seguridad Lógica de la Brigada de  Investigación Tecnológica en la Comisaría General de Policía Judicial.

De un plumazo ha zanjado varios años de polémica sobre la legalidad o ilegalidad de la descarga gratuita en Internet de canciones, películas, software o cualquier otro tipo de material protegido con derechos de autor.

Sin embargo, no todo fue tal cual como comentan los blogs. Martín asegura ahora que sus palabras 'se han sacado de contexto' porque las realizó a título personal, no profesional, y lamenta que esa frase haya sido la que más repercusión ha gozado cuando, en realidad, abordó otros temas de seguridad informática 'mucho más relevantes' que la legalidad de las plataformas peer to peer (P2P).

La frase se pronuncio, sí, pero 'en principio es un tema al que no quiero dar mayor importancia', matiza el responsable del Grupo de Seguridad de nombre casi infinito. Aun así, Martín asume que es una polémica que interesa mucho a los internautas porque desconocen si, cuando descargan una canción de la Red, están pisando terreno ilegal o, por el contrario, no cometen delito alguno.

Existe una premisa con la que se trabaja en el Grupo de Seguridad Lógica de la Brigada de Investigación Tecnológica en la Comisaría General de Policía Judicial: no todo lo que es ilegal es delito. 'Comprar una papelina no significa que seas un traficante de droga', subraya. 'La ley dice lo que dice, y para que sea delito descargarse una canción de Internet debe existir ánimo de lucro', agrega Martín 'siempre a título personal'.

Hace poco más de un año, la juez de lo Penal número 3 de Santander, Paz Aldecoa, absolvió a un internauta para el que se pedían dos años de cárcel por descargar y compartir música en Internet al considerar que no existía delito. A su juicio, considerarlo como tal 'implicaría la criminalización de comportamientos socialmente admitidos y además muy extendidos en los que el fin no es en ningún caso el enriquecimiento ilícito, sino (...) obtener copias para uso privado', rezaba la sentencia.

A raíz del fallo, el presidente de Sony -la mayoría de las discográficas sostienen junto a la SGAE que el P2P es delito-, consideró que 'se puede ser juez e imbécil'.