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Del Rivero afronta la cuarta batalla interna por Repsol

Dos vocales de la CNE critican 'incongruencias' en la vía libre a la constructora

S. R. ARENES / A. M. VÉLEZ

Cuando el presidente de Sacyr Vallehermoso, Luis del Rivero, firmó en agosto su alianza con la petrolera mexicana Pemex para ganar poder en Repsol no imaginó lo difícil que sería convencer a los consejeros de la constructora de la bondad de ese acuerdo. Hoy afronta el cuarto consejo de administración en un mes, la cuarta batalla interna, del que debería salir la decisión de poner paz en Repsol, como pide el 40% del capital: los accionistas Demetrio Carceller (dueño de la petrolera Disa) y el inversor Juan Abelló (ambos agrupan el 25% de Sacyr) y los cuatro grupos de cajas, con el 13%.

Se prevé un consejo difícil porque, además, se afronta la ausencia de un consejero de las cajas, Ángel López-Corona, que renunció, y el recambio de otro de ellos, José Luis Méndez, que dejará el cargo. Pese a ello, Del Rivero tendrá difícil oponerse a mandar unos emisarios especiales para acallar la batalla en Repsol, que instó a Sacyr y a Pemex a romper su alianza en el último consejo.

De fondo, está la cuestión clave de cómo refinanciará Sacyr el crédito de la compra de Repsol , del que debe 4.900 millones. Siete bancos extranjeros, de un total de 46 entidades en el préstamo, no quieren participar en él, lo que deja un vacío de 1.460 millones.

El Consejo de Sacyr llega después de que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) publicara ayer, al fin, los votos particulares de los tres consejeros que el pasado 29 de septiembre se negaron a avalar la decisión del regulador de inhibirse ante la petición de Repsol de que investigara la alianza de Sacyr-Pemex, por su posible impacto en las actividades reguladas que realiza Gas Natural (de la que Repsol es primer accionista, junto a La Caixa).

El alegato más duro es el formulado al alimón por Idoia Zenarrutzabeitia y Josep Maria Guinart, nombrados a instancias del PNV y CiU, respectivamente. Ambos inciden en la 'trascendencia' de la operación, recuerdan la 'influencia verdaderamente significativa' de Repsol en Gas Natural y creen que, con su inhibición, la CNE 'prescinde del mínimo análisis' con un acuerdo que adolece, a su juicio, de 'inconsistencias e incongruencias'.

En su opinión, 'nadie discute' que Sacyr y Pemex 'pueden ejercer una influencia verdaderamente significativa sobre las actividades de Gas Natural Fenosa', que, recuerdan, es 'el primer operador de gas y tercer operador eléctrico del estado'. Por ello, creen que la CNE debería haber aplicado la función 14, que le permite vetar operaciones de grupos extranjeros en el sector energético.

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