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Del Rivero se niega a dejar Repsol

La petrolera le aparta de la vicepresidencia y nombra a Abelló en su lugar

A. M. VELEZ/ S.R. ARENES

El culebrón Repsol-Sacyr continúa, pese a que Luis del Rivero, ariete del presidente de la petrolera, Antoni Brufau, en los últimos tiempos, es oficialmente expresidente de la constructora desde hace una semana. Tras su sonada salida de ese cargo, habían proliferado las quinielas sobre si el empresario murciano, que sigue siendo uno de los principales socios de Sacyr (a su vez, primer accionista de Repsol con el 20%), se presentaría a la reunión de ayer del Consejo de Administración de la petrolera.

Muchas apuestas apuntaban a que Del Rivero se rendiría, pero, para sorpresa de algunos, acudió. Los hombres fuertes de Sacyr, Demetrio Carceller (dueño de la petrolera canaria Disa y de la cervecera Damm), el financiero Juan Abelló y el nuevo presidente de la constructora, Manuel Manrique, sabían que Del Rivero podía presentarse a la reunión en representación de sí mismo. Contaban con que podrían convencerle antes para que dimitiera y lo intentaron hasta el último minuto, pero no tuvieron éxito: Del Rivero apareció por la sede de la petrolera al volante de uno de sus muchos vehículos (es uno de los mayores coleccionistas de coches de España), un flamante Bentley, dispuesto a dar batalla y ajeno a su fulminante destitución en Sacyr.

Sacyr tiene tres vocales en Repsol y dos no le representan

Al inicio de la reunión, Del Rivero y el resto de consejeros de Repsol fueron informados de la existencia de una carta de la propia Sacyr en la que la constructora solicitaba la sustitución de su expresidente y el nombramiento de su sucesor, Manrique, en su lugar. 'Luis del Rivero ha dejado de representar a Sacyr', decía la misiva, que añadía que el empresario murciano 'carece de cualquier tipo de poderes o facultades para actuar en nombre' de la constructora.

Pese a la meridiana claridad de los mensajes, Del Rivero no cedió, empeñado en conservar su sillón y, quizá, a la espera de que el delicado equilibrio de fuerzas en Sacyr vuelva a ponerse de su lado. El Consejo de Repsol sí acordó apartarle de la vicepresidencia primera de la petrolera, un puesto eminentemente simbólico que, a partir de ahora, ocupará Juan Abelló (también es vicepresidente en Sacyr).

El financiero, hasta ayer consejero raso de Repsol en representación de Sacyr, también reemplaza a Del Rivero como miembro de la Comisión Delegada. Además de ver ligeramente mermado su poder en Repsol, Del Rivero verá reducidos a la mitad sus emolumentos como consejero de la petrolera (el año pasado cobró 344.574 euros).

Pemex considera que la nueva Sacyr avala la alianza entre ambas

Fuentes de Pemex, la petrolera estatal mexicana que el 29 de agosto firmó un acuerdo con Sacyr para sindicar sus acciones en Repsol e intentar dar un giro a la gestión, recibieron ayer con 'agrado' el nombramiento de Abelló como vicepresidente, pese a que el financiero no apoya la polémica alianza, cuya disolución exigió el Consejo de Repsol en su reunión del pasado 29 de septiembre.

No obstante, en la mexicana entienden que el nombramiento de Abelló avala la alianza, por tratarse de un hombre de Sacyr, y que 'se mantiene la vigencia del acuerdo', que ha sido el detonante de la caída de Del Rivero. La mexicana no ha cumplido, de momento, su amenaza de impugnar el anterior Consejo de Repsol, en el que también se acordó reformar el reglamento del Consejo para endurecer el régimen de incompatibilidades, en un claro aviso al pacto Sacyr-Pemex.

En el caso de que Del Rivero no dimita de su cargo como vocal de la petrolera, tendrá que ser una Junta de Accionistas de Repsol la que fuerce su salida; y si no hay una convocatoria extraordinaria (algo poco probable si no es por otro motivo), esa asamblea no se celebrará hasta la próxima primavera, lo que abre la puerta a un escenario kafkiano, con un consejero que ha perdido la confianza de la empresa que propició su nombramiento aferrado al cargo.

En Sacyr, que ayer no hizo comentarios, las aguas bajan revueltas. Ahora se da la paradoja de que la constructora tiene tres consejeros en Repsol, pero dos de ellos no le representan. Uno es Del Rivero y el otro, José Manuel Loureda, que fundó Sacyr con Del Rivero y otro exdirectivo de Ferrovial, Félix Riezu. Loureda sigue apoyando a Luis del Rivero, según fuentes conocedoras del conflicto.

Carceller, Abelló y Manrique han intentado también que Loureda se sume al ahora bando mayoritario en Sacyr. Pero el cofundador también vería mal el vuelco que se ha dado con la defenestración de Del Rivero. Además, aspiraba a que su hijo, también llamado José Manuel, que dirige el área de Internacional de la división de construcción en Sacyr, llegara a la presidencia de la compañía, según algunas fuentes consultadas. Ahora, el presidente es Manrique, hasta hace una semana, número dos de Del Rivero, un ejecutivo que ha tenido que apagar muchos fuegos a su ya exjefe.

No se descarta otro consejo de administración extraordinario de Sacyr para intentar poner orden interno, ni tampoco una nueva batalla judicial, que se añadiría a las que ya se abrieron antes del verano por parte de Carceller y Abelló contra Del Rivero.

Por último, en la reunión de ayer Pemex informó al Consejo de Repsol de que su representante será José Manuel Carrera Panizzo. Una información redundante, dado que Carrera lleva años siendo vocal de Repsol. Pero la petrolera española aprovechó para subrayar a la CNMV que Panizzo es nombrado 'en sustitución de D. Juan José Suárez Coppel', director general de Pemex y principal valedor en México del pacto con Sacyr.

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