El depuesto ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra, y su esposa Pojaman, rechazan por el momento la opción de buscar asilo político para eludir los numerosos procesos judiciales a los que están siendo sometidos en Tailandia.

Shinawatra tiene previsto viajar la próxima semana a China, donde asistirá el viernes a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín, y regresará de inmediato a Bangkok, anunció hoy su portavoz, Pongthep Thepkanchana.

Thepkanchana insistió en que el multimillonario y su esposa están dispuestos a luchar para probar su inocencia y tienen confianza en el sistema judicial tailandés.

Hace dos días, un tribunal condenó a tres años de prisión a Pojaman tras hallarla culpable de evasión de impuestos por valor de 546 millones de bat (16,3 millones de dólares, al cambio actual) por la venta del conglomerado de su marido "Shin Corporation".

Antes de llegar al poder en 2001, Shinawatra traspasó a su esposa, dos hijos y otros miembros del clan familiar la mayor parte de la empresa, que fundó tras dejar el cuerpo policial, en el que alcanzó el grado de coronel.

En 2006, la familia del entonces primer ministro vendió a la compañía estatal singapuresa "Temasek Holdings" el 49,6 por ciento de "Shin Corporation" por unos 70.000 millones de bat (2.230 millones de dólares), en una polémica transacción declarada libre de impuestos.

Por otra parte, el Tribunal Supremo también anunció esta semana que investigará si el Gobierno de Shinawatra concedió préstamos ilícitos a la Junta Militar de Birmania (Mynanmar) a cambio de que el régimen birmano concediera licencias a "Shin Corporation".

El magnate gobernó Tailandia desde 2001 hasta 2006, cuando fue desalojado del poder mediante un golpe de Estado incruento por los militares, que establecieron una comisión para investigar todos los casos de malversación de fondos públicos atribuidos a su familia y su entorno.