Tres días después de la victoria del PP en las elecciones, los mercados siguen aguardando algún pronunciamiento por parte de Mariano Rajoy y no relajan la presión. La prima de riesgo de España, que mide el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, se ha mantenido estable y ha cerrado en 468 puntos, uno por debajo de lo que lo hizo ayer. 

Peor parte se han llevado las bolsas europeas, que han vuelto a sufrir una jornada de pérdidas continuas. En el caso del parqué madrileño, el Ibex-35 ha caído un 2,09 % al cierre del mercado y bajó de los 7.800 puntos -en concreto cayó hasta los 7.739-.

El panorama tampoco ha sido mucho mejor en el resto de Europa. La bolsa de Milán caía un 2,59 %, Fráncfort un 1,44 %, París un 1,68 % y Londres un 1,29 %.

Pero lo que verdaderamente hizo temblar a Europa este miércoles fue la 'desastrosa' subasta que sufrieron los bonos alemanes a diez años, la peor desde el lanzamiento del euro. El Bundesbank se vio obligado a comprar grandes cantidades de Bunds para asegurar que la subasta no naufragara. El temor a que la crisis de deuda empiece a amenazar a Berlín se apodera de Europa.

Los bajos rendimientos ofrecidos en la subasta a 10 años alejaron a los inversores, especialmente por las crecientes preocuaciones sobre el coste para Alemania de la escalada de la crisis. Ello implicó que el Banco Central Europeo (BCE) comprara el 39% de los 6.000 millones de euros de deuda que el país esperaba vender a inversores, después de que los bancos compraran apenas 3.644 millones de euros de la emisión.

'Es un completo y absoluto desastre', dijo Marc Ostwald, estratega de Monument Securities en Londres. 'Esto no es una buena señal, es la peor subasta descubierta que hemos tenido este año y no me extraña la ola de ventas de Bunds después de ella', indicó.

Los futuros de los bonos alemanes, el euro y las acciones europeas cayeron tras el anuncio de los resultados de la subasta. La agencia de deuda del país explicó que el déficit en la venta reflejaba el empeoramiento de la confianza de los mercados en la deuda europea, pero agregó que también revendería los montantes retenidos a inversores en los mercados secundarios de deuda, agregando que Alemania no enfrentará un embotellamiento de fondos.

Ni siquiera las medidas extraordinarias anunciadas tanto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como por la Comisión Europea han logrado anaimar la tormenta.