Nueve miembros de una red organizada dedicada a introducir cocaína en España han sido detenidos por la Policía, que les ha intervenido más de 10 kilos de esta sustancia, según han informado hoy la Delegación del Gobierno en el País Vasco y el departamento vasco de Interior.

Entre los detenidos se encuentra un piloto de profesión y empresario, vecino de El Casar de Guadalajara, a quien se le acusa de dirigir esta red, así como dos bolivianos residentes en Madrid.

Las investigaciones que han culminado con la desarticulación de esta banda comenzaron a principios de año, cuando la Ertzaintza de la localidad guipuzcoana de Eibar detectó que un individuo, I.R.M., se dedicaba presuntamente a la venta de sustancias estupefacientes.

Tras diversos seguimientos, se comprobó que pertenecía a una red de distribución de cocaína que era transportada directamente desde Suramérica a través de las denominadas "mulas", personas que actúan como correos para introducir en el país este tipo de sustancias ilegales, que en ocasiones la traían en su propio cuerpo.

La Policía vasca informó de estos hechos a la autoridad judicial de Eibar y, dada la extensión de la red por diferentes provincias españolas, se acordó que en la investigación participaran también agentes del Cuerpo Nacional de Policía de San Sebastián y de la Brigada Central de Estupefacientes.

Las pesquisas permitieron descubrir que uno de los integrantes de la red, el madrileño D.M.R., había comprado un billete de avión con destino a Bolivia y que su regreso estaba previsto para el pasado día 15 en el aeropuerto de Barajas.

Ante la sospecha de que volviera con cocaína, la autoridad judicial de Eibar autorizó una "entrega controlada" de su equipaje para descubrir a los receptores de la mercancía ilegal, lo que permitió arrestar a otras tres personas en el momento de la entrega, ya que en su equipaje D.M.R. portaba 12 bolsas de plástico con cocaína, cerradas al vacío y recubiertas con papel carbón para eludir los escáneres de los aeropuertos.

Entre los detenidos, además del madrileño D.M.R., figura J.S.C., supuesto coordinador de la red, cuya vivienda en El Casar de Guadalajara fue registrada, así como otro español residente en Madrid, C.B.A., y el boliviano con domicilio en la capital de España, F.A.V., con quienes se había puesto en contacto el primero antes de entregarles la droga que había traído de Bolivia.

Asimismo fue arrestado otro boliviano, vecino de Madrid, M.U.G., quien según la Policía era el contacto con los traficantes guipuzcoanos y el encargado de ocultar y preparar la cocaína para su distribución en España.

Junto a estas cinco personas, la Policía vasca de Eibar detuvo a mediados de junio al marroquí A.B., al español J.V.V. y al vecino de Eibar I.R.M., así como a otro ciudadano que responde a las iniciales de J.I.P.P.

Los agentes se incautaron de un total de 10.100 gramos de cocaína, que podría alcanzar un valor en el mercado de unos 300.000 euros, así como un todoterreno, dos turismos, tres equipos informáticos, numerosos teléfonos móviles y diversa documentación.