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Diabetes explica vínculo entre obesidad y malformación congénita

Reuters

Por Amy Norton

Pese a que algunos estudiossugirieron que las mujeres obesas tienen un alto riesgo detener un hijo con malformaciones congénitas, una nuevainvestigación demuestra que la diabetes sería por lo menosparcialmente responsable en esa relación.

Los estudios que analizaron si la obesidad eleva laposibilidad de desarrollar malformaciones congénitas, comoespina bífida, paladar hendido y defectos cardíacos, llegaron aconclusiones contradictorias. La pregunta es si el problema esla obesidad en sí o si hay otros factores asociados.

Una gran cantidad de estudios asociaron la diabetes tipo 2,un trastorno relacionado con la obesidad, con un mayor riesgode malformaciones en el feto.

El nuevo estudio, realizado entre 42.000 mujeres quetuvieron un hijo entre 1991 y el 2004, no halló una relaciónentre la obesidad materna y el riesgo de malformaciones graves.Sin embargo, el equipo sí encontró una asociación con ladiabetes.

Antes del embarazo, las mujeres diabéticas tenían casicuatro veces más riesgo de tener un bebé con un defectocongénito que las mujeres sin la enfermedad.

Los resultados, publicados en la revista Obstetrics &Gynecology, no quieren decir que las diabéticas tengan siempreesa complicación.

La gran mayoría de los bebés en el estudio nació sindefectos congénitos y la tasa de anormalidades graves fue menoral 1 por ciento en todas las participantes.

"Sabíamos que las mujeres con diabetes pregestacionaltienen una tasa más baja de anormalidades congénitas con unmejor control (del azúcar en sangre) antes de la concepción ydurante la gestación", dijo a Reuters Health el doctor JosephR. Biggio, Jr., autor principal del estudio.

En el 2007, un estudio estimó el riesgo absoluto demalformaciones congénitas según los niveles de A1C al momentode la concepción. La A1C mide el control de la glucosa en losúltimos meses.

Los resultados mostraron que las mujeres con una medida pordebajo del 7 por ciento (lo recomendado para los diabéticos)tenían de un 2 a un 3 por ciento de posibilidad de tener unbebé con una malformación. Ese riesgo subía al 6 por ciento enlas mujeres con A1C del 9 por ciento y así sucesivamente.

Según esas evidencias, las diabéticas que quieren quedarembarazadas deberían tratar de optimizar el control del azúcaren sangre, indicó Biggio, director de la División de MedicinaMaterno-fetal de la University of Alabama, en Birmingham.

Para el estudio, el equipo analizó datos de 41.902 mujeresque habían tenido un bebé entre 1991 y el 2004, de las cualesla mayoría vivían en la ciudad y eran afroamericanas.

Cuando los investigadores separaron los datos en tresperíodos de cinco años, hallaron que la obesidad y la diabetesmaternas y los defectos congénitos crecían en el tiempo.

Entre 1991 y 1994, el 0,4 por ciento de los bebés nació conuna anormalidad congénita grave, como defectos en el corazón,la columna, el cerebro, los pulmones o el sistema digestivo.Esa tasa pasó al 0,8 por ciento entre el 2000 y el 2004.

Al mismo tiempo, la prevalencia de la obesidad aumentó del29 al 41 por ciento, mientras que la diabetes pregestacionalpasó del 1 al 3 por ciento de todas las participantes.

Entre las mujeres obesas y diabéticas en el período2000-2004, la diabetes fue responsable de tres cuartos delriesgo de que los bebés desarrollaran malformaciones.

FUENTE: Obstetrics & Gynecology, febrero del 2010.

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