Dieciocho personas han muerto en las carreteras el pasado fin de semana y nueve de ellas lo han hecho en el accidente de autobús ocurrido el sábado en Benalmádena (Málaga) por un adelantamiento antirreglamentario de un todoterreno, cuyo conductor duplicaba la tasa de alcoholemia permitida.

A pesar de estas trágicas cifras, son ocho víctimas mortales menos las registradas este fin de semana respecto al mismo del año pasado, en el que fallecieron en las carreteras 26 personas; 20 lo fueron en el correspondiente de 2006 y 19 en el de 2005.

En total, este fin de semana se han registrado diez accidentes mortales, en los que han fallecido 18 personas, 12 han resultado heridas graves y 35 leves.

El sábado fue el día con mayor siniestralidad ya que se produjeron cuatro accidentes mortales en los que murieron doce personas, nueve sufrieron heridas graves y 22 leves.

El accidente de autobús ocurrido en la tarde del sábado en Benalmádena en el que murieron 9 personas y resultaron heridas graves 19, es el más grave del fin de semana y de los registrados en vehículos de pasajeros desde noviembre de 2001, cuando fallecieron veinte jubilados en Villarrasa (Huelva).

Este accidente se produjo sobre las 19.30 horas en la carretera A-7, en la variante de Benalmádena, a la altura del kilómetro 224 en sentido Málaga, cuando un todoterreno, cuyo conductor dio una tasa de alcoholemia por encima del doble de lo permitido, realizó un adelantamiento antirreglamentario provocando una colisión lateral con el autobús.

El pasado viernes se registraron dos accidentes mortales, con dos muertos y un herido leve, y el domingo fueron cuatro los siniestros con otros tantos fallecidos, tres heridos graves y dos leves.