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La dieta mediterránea controla la apnea obstructiva del sueño

Reuters

Por Megan Brooks

Un equipo de Grecia descubrióque la dieta mediterránea ayuda a los adultos con el síndromede apnea obstructiva del sueño (SAOS).

En un grupo de adultos obesos con SAOS moderado a grave,bajo tratamiento con terapia de presión de aire continuapositiva (CPAP, por sus siglas en inglés), el equipo halló quela dieta mediterránea combinada con ejercicio durante seismeses mejoraba los resultados del índice apnea-hipoapnea (IAH)durante el sueño REM, comparado con una dieta saludable másejercicio.

"Los médicos deberían alentar a sus pacientes a combinar laterapia CPAP con una dieta mediterránea reducida en calorías yejercicio", opinó el autor principal, doctor ChristopherPapandreou, de la Clínica de Medicina Preventiva y Nutrición dela Escuela de Medicina de la Universidad de Creta, enHeraklion.

El estudio incluyó a 40 adultos con un índice de masacorporal (IMC) de por lo menos 30 kg/m2 y SAOS moderado agrave, es decir, más de 15 episodios de apnea-hipoapnea porhora, según una polisomnografía nocturna y la somnolenciadiurna.

Todos los participantes cumplían con la terapia CPAP y selos alentaba a aumentar la actividad física con caminatasdiarias de por lo menos 30 minutos.

A 20 se les indicó una dieta mediterránea reducida encalorías y a otros 20, una dieta saludable reducida en caloríasdurante seis meses. En ambos grupos, el objetivo era alcanzarun consumo de 1.200 a 1.500 kilocalorías por día (kcal/día)entre las mujeres y 1.500 a 1.800 kcal/día entre los hombres.

Las "guías generales" para el grupo tratado con la dietamediterránea fueron consumir seis porciones diarias de cerealesno refinados; cinco porciones semanales de papa; cincoporciones diarias de vegetales (dos en ensalada); cuatroporciones diarias de frutas frescas; tres o más porcionessemanales de legumbres; tres porciones semanales de pescado(por lo menos una porción de pescado graso); una porción diariade nueces; tres porciones semanales de pollo sin piel; tresporciones semanales de carne roja, y siete copas de vino tintopor semana.

El consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales norefinados y pescado fue tres veces mayor con la dietamediterránea que con la dieta saludable, mientras que elconsumo de carne roja en el grupo tratado con la dietamediterránea fue un tercio que en el grupo de control.

El equipo de Papandreou halló que el cumplimiento de ladieta era significativamente superior con la versiónmediterránea que con la de "control".

El grupo tratado con la dieta mediterránea también aumentóla actividad física más que el otro grupo y logró una mayorreducción en varios índices antropométricos, como lacircunferencia de cintura y su relación con la altura y lacadera.

A los seis meses, el grupo tratado con la dietamediterránea había logrado adelgazar y reducir el IMC más queel grupo de control, aunque sin relevancia estadística.

Todos los participantes cumplían al 100 por ciento laterapia CPAP, "por lo tanto, las diferencias en cuanto a loskilos perdidos y la adherencia a la dieta no podrían atribuirsea la CPAP".

En cuanto al descanso nocturno, no se observarondiferencias significativas entre los grupos en cuanto a losparámetros del sueño y los episodios de apnea-hipoapnea duranteel sueño REM, que mejoraron mucho más en el grupo tratado conla dieta mediterránea.

Inicialmente, los grupos tratados con la dieta mediterráneay con la versión placebo tenían, respectivamente, unos 67,9 y56,4 episodios apena-hipoapnea durante el sueño REM por hora.

A los seis meses, el grupo tratado con la dietamediterránea tenía 18,4 episodios, mientras que en el grupo decontrol la reducción era de apenas 2,6 episodios.

Para los investigadores, esa diferencia estaría asociadacon la mayor reducción de la grasa abdominal en el grupotratado con la dieta mediterránea. Eso, quizás, "mejoría lacarga mecánica asociada con el SAOS".

El equipo sostiene que se necesitan más estudios paraexplicar el papel de la dieta mediterránea en "el planterapéutico" para pacientes con SAOS.

FUENTE: European Respiratory Journal, online 27 de octubredel 2011

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