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Una dieta saludable está ligada a menos defectos congénitos

Reuters

Las mujeres que se alimentan mejor antes dequedar embarazadas son menos propensas a tener bebés condefectos congénitos, incluidos problemas cerebrales y medularesy labio leporino o paladar hendido, según un estudio realizadoen Estados Unidos.

Los experto hallaron que nacían menos bebés con defectos enel tubo neural cuando las futuras mamás seguían una dietamediterránea -con muchos cereales, frutas y pescado y pocoslácteos, carne y dulces- o los lineamientos de la pirámidealimenticia de Estados Unidos para una dieta sana.

Los resultados fueron publicados en Archives of Pediatricsand Adolescent Medicine.

"Muchos defectos de nacimientos, incluidos los problemasdel tubo neural, se producen en etapas muy tempranas de lagestación, antes de que las mujeres siquiera sepan que estánembarazadas", dijo Suzan Carmichael, de la Stanford University,quien trabajó en el estudio.

"Estos mensajes son importantes para todas las mujeres quepueden quedar embarazadas", agregó.

Lo principal en las mujeres que están embarazadas, oquieren estarlo, es comer variado, incluir mucha fruta,vegetales y cereales y tomar suplementos vitamínicos quecontengan ácido fólico, expresó la investigadora.

A fines de la década de 1990 se descubrió que los nivelesbajos de folato durante la gestación se relacionan con defectoscongénitos cerebrales y medulares y se recomienda a lasembarazadas tomar vitaminas con ácido fólico y hierroprenatales.

Carmichael y sus colegas se preguntaban si una alimentaciónsaludable, una dieta balanceada podrían tener el mismo efectoque tomar vitaminas y minerales extra a través de suplementos.

El equipo usó datos del Estudio Nacional de Prevención delos Defectos de Nacimiento para comparar a unas 3.400 mujeresque tuvieron a un bebé con un defecto del tubo neural o conlabio leporino o paladar hendido, con 6.100 madres de bebés sinproblemas congénitos.

Cada participante completó un cuestionario telefónicodurante los dos años posteriores al nacimiento del bebé. Luegocalcularon cuán cerca estaban de seguir una dieta como lallamada mediterránea.

Tras tener en cuenta cuánto pesaban las mujeres, si tomabanvitaminas y si fumaban y bebían alcohol, Carmichael y suscolegas hallaron que aquellas que más se acercaban a unaalimentación saludable eran menos propensas a tener bebés conalguno de los defectos congénitos estudiados.

En particular, las mujeres con una dieta que se ajustabamás a la pirámide alimenticia recomendada en Estados Unidostenían la mitad de posibilidades de tener un bebé con undefecto llamado anencefalia -en el que el bebé carece de unaparte de su cerebro y cráneo- que las participantes con lasdietas más alejadas de las guías.

También eran un 34 por ciento menos proclives a dar a luzun bebé con labio leporino y un 26 por ciento menos propensas atener un hijo con paladar hendido.

El epidemiólogo David Jacobs, de la University of Minnesotaen Minneapolis, dijo que los resultados sugieren que una dietasaludable puede reducir el riesgo de defectos congénitos de lamisma forma que lo hace la fortificación con ácido fólico.

Luz de Regil, del Departamento de Nutrición, Salud yDesarrollo de la Organización Mundial de la Salud (OMS),advirtió que con la evidencia actualmente disponible sobre losbeneficios de los suplementos prenatales, una buenaalimentación no es suficiente.

A escala global, especialmente en los lugares en que lasdietas no son tan saludables, el ácido fólico sigue siendo unaprioridad para prevenir los defectos de nacimiento, señaló DeRegil.

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