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Los diputados dan luz verde a la ratificación del Tratado europeo de Lisboa

EFE

La Cámara de los diputados de Francia dio luz verde hoy a la ratificación del Tratado de Lisboa, que sustituye al fallido proyecto de Constitución europea que los votantes franceses rechazaron en un referéndum en mayo de 2005.

En una votación "solemne", los diputados aprobaron por 336 votos a favor, 52 en contra y 22 abstenciones el proyecto de ley que autoriza a Francia a ratificar el nuevo tratado, firmado por los líderes de los 27 países de la Unión Europea (UE) el pasado diciembre.

El Senado examinará el proyecto esta noche y lo votará en las horas siguientes. La firma del texto por el jefe de Estado, Nicolas Sarkozy, marcará la ratificación formal de este tratado simplificado y hará de Francia el quinto país de la Unión en pronunciarse.

A menos de cinco meses de asumir la presidencia semestral de la UE, Francia pasará así la página del "no" de 2005, aunque persisten las divisiones sobre Europa entre los socialistas patentes de nuevo hoy como hace tres días, cuando el Parlamento votó la revisión de la Carta Magna gala de cara a la ratificación del Tratado de Lisboa.

Durante su campaña por el Elíseo, el conservador Sarkozy había abogado por un "mini tratado", luego rebautizado "simplificado", que retomara lo esencial de las reformas institucionales de la fallida Constitución europea.

Sarkozy también prometió que presentaría a votación parlamentaria el nuevo texto y excluyó convocar un referéndum como pedían la oposición de izquierdas, la ultraizquierda, los soberanistas de derechas y la extrema derecha.

En mayo de 2005, el 55 por ciento de los votantes franceses rechazaron en una consulta popular el proyecto de Constitución europea, seguidos pocos días después por los holandeses.

Ese doble "no" sumió a la UE en una crisis y una parálisis institucional, de la que sale con este tratado, cuyo proceso de ratificación debe concluir de aquí a fin de año para entrar en vigor a comienzos de 2009, antes de las elecciones europeas de junio.

"Es una gran victoria para Francia, que después de haber sido el país que bloqueó la construcción europea se ha convertido en el país que sacó a Europa del bloqueo o que ha contribuido ampliamente a la salida del bloqueo", dijo el portavoz del Elíseo, David Martinon, hoy, unas horas antes del voto de los legisladores.

Al clausurar el debate en la cámara de los diputados, el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Jean-Pierre Jouyet, dijo que "se trata de una señal fuerte" para los socios europeos de Francia a unos meses de su presidencia de la UE.

Este tratado permitirá "devolver un aliento al ideal europeo", recalcó Jouyet, quien, dirigiéndose al bando del "no", afirmó que el nuevo texto "será lo que hagamos de él en el terreno de la política económica, social e incluso fiscal".

El tratado enmienda los anteriores y renuncia a los elementos simbólicos que preveía la fallida Constitución, como el reconocimiento formal de la bandera o el himno de la UE.

Dotará a la Unión de un presidente estable (designado por los jefes de Estado y Gobierno de los países de la Unión para un mandato de dos años y medio, renovable una vez) y del equivalente de un ministro de Exteriores (aunque no llevará ese título).

Se ampliará el campo de las decisiones por mayoría cualificada, que se adoptarán por el sistema de la doble mayoría (el 55 por ciento de los Estados que representan el 65% de la población de la UE), y se reforzará el poder de la Eurocámara y los Parlamentos nacionales.

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