"Un amigo natural, siempre con una palabra amable, comprensivo y bromista". Ésta es la semblanza que trazan de José Antonio Labordeta, fallecido hoy a los 75 años, los que son y fueron sus colegas en el Congreso de los Diputados.

Según han declarado todos ellos a Efe, la amistad es la cualidad que sobresale de Labordeta cuando le preguntan por él tras su muerte como consecuencia de un cáncer de próstata.

Lo primero que le viene a la cabeza a la vicepresidenta primera del Congreso, la diputada socialista Teresa Cunillera, son los viajes en tren que ambos hacían cuando les tocaba volver a sus tierras tras una semana de pleno en la Cámara Baja. "Nos hacíamos bromas casi todo el rato, daba gusto estar con él", dice.

Y recuerda una anécdota: "Cuando pasó lo de 'a la mierda' -así se dirigió a los diputados del PP que le criticaban durante una de sus comparecencias-, estábamos cuatro gatos del grupo socialista; era muy tarde. Le dijimos que viniera con nosotros a la bancada y aguantara en compañía lo que le decían. Nos respondió que se bastaba por sí solo".

El ex presidente del Congreso y ex ministro de Defensa Federico Trillo, alumno suyo en el instituto de Teruel, rememora otra historia del "entrañable" Labordeta: "En una interpelación siendo yo ministro me criticó mucho, y yo le respondí con unos versos que había escrito él. Zanjó la discusión diciendo: 'Así no se puede'".

El diputado de IU, Gaspar Llamazares, se queda con su capacidad para estar con el ciudadano y con su "bonhomía", así como con su "dignidad y vitalidad" en la larga lucha contra la enfermedad.

Mientras, el ex diputado del BNG Francisco Rodríguez elogia la naturalidad con la que labraron su amistad.

"Hace poco, antes de morir, me envió un dibujo precioso; yo le regalé un libro de Rosalía de Castro; él era así, natural, espontáneo, nada artificial", resume.