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Doce ideas sobre el futuro de la Unión Europea

CARLOS DEL CASTILLO

La gestión de la crisis ha demostrado que la Unión Europea (UE) tricéfala, dirigida por el Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo, tiene dificultades para orquestar respuestas consensuadas ante problemas graves donde se enfrentan varias voces. A pesar de los continuados pasos en el proceso de integración, la deriva económica provocó que fuera el Consejo Europeo, el organismo que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 Estados miembros, el que marcó las directrices políticas que sacarían a la UE de la crisis.

Reforzar la noción de ciudadanía europea como identidad común. Hacer realidad la Unión Política para agilizar la toma de decisiones y crear una Política Común de Seguridad y Defensa para afrontar 'la gestión de crisis internacionales' y luchar contra 'retos' como el terrorismo. Impulsar la política exterior de la UE.

Una circunscripción electoral común de, al menos, 50 eurodiputados, con composición plurinacional  y a cuya cabeza figuraría el candidato de cada familia política a presidir la Comisión, además de un sistema electoral más homogéneo. Que el Parlamento Europeo cuente con poderes de  iniciativa legislativa al mismo nivel que la Comisión.

Construir una Europa social y ecológicamente sostenible como contraposición a la Europa neoliberal dominante. Democratización de las instituciones. Más poder al Parlamento. Creación de un Organismo Europeo para luchar contra la corrupción. Someter a referéndum los tratados. Que las Iniciativas Ciudadanas Europeas se tramiten a través de la Eurocámara y puedan llegar a someterse a un referéndum.

Piden 'aumentar la pedagogía' con respecto a la UE, puesto que son el 'desconocimiento' y la 'lejanía' los factores que impulsan el euroescepticismo. Reconocen que también es necesaria 'una simplificación administrativa' de la UE.

Impulsar a nivel europeo el poder legislativo ciudadano a través de La Iniciativa Ciudadana Europea. Obligar a la plena rendición de cuentas a los lobbies. Exigir transparencia al BCE en su toma de decisiones y pedir un papel mucho más firme en el control de los flujos financieros de todos los bancos europeos.

Democratización del BCE y creación de una Agencia Pública Europea de Rating que sustituya a las privadas. Derogación del secreto bancario y creación de un Comisariado de Participación en la CE. Promover los presupuestos sociales en la UE. Promover los presupuestos sociales en la UE y fin de los memorándums.

Reformar la estructura institucional reforzando las instituciones europeas en sintonía con las prácticas y reglas del parlamentarismo. Se debe atribuir al Parlamento Europeo el derecho a ejercer la iniciativa legislativa, y la Comisión europea debe actuar como un verdadero Gobierno europeo para evitar quedar al dictado de los líderes de los Estados nacionales.

Pleno poder legislativo a la Comisión Europea, pero con un número reducido de comisarios. Abogan por el 'presidencialismo' y por que la UE tenga más poder en iniciativas 'que requieren respuesta europea'. También, por la creación de un ejército europeo para tener 'una política de defensa creíble'.

Es necesario reformar la UE y adaptarla al s.XXI, con una arquitectura institucional basada en la gobernanza compartida que proteja la diversidad. Para ello, Catalunya debe jugar un papel clave al ser 'el socio más fiable de la Unión en el sur del continente'.

Más poder para el Parlamento y más transparencia en el funcionamiento de la UE. Proponen 'abrir un nuevo proceso constituyente europeo hacia una Europa de las Personas y de los Pueblos más democrática'.

Proceso destituyente de la actual UE como paso imprescindible para un proceso constituyente de la Europa de la ciudadanía y los pueblos. Contra el Euroejército. Apoyar los procesos independentistas en Europa.

Limitar a dos legislaturas el mandato en todos los niveles políticos y reforzar las competencias del Parlamento Europeo frente al Consejo. Caminar hacia una Europa Federal en la que se represente a sus ciudadanos y no a los Estados y crear un auténtico Fondo Monetario Europeo.

Esta situación ha levantado las críticas de los partidos políticos y la sociedad civil sobre el déficit democrático de la UE. La razón es que los ciudadanos europeos no tienen capacidad de ejercer ningún tipo de control democrático sobre el Consejo, ya que la Eurocámara, la única institución elegida directamente por los europeos mediante el voto, no tiene ningún poder sobre las reuniones y decisiones de los jefes de Estado y de Gobierno. Sobre este tema giran varias de las propuestas de los partidos.

Pese a todo, el lema general continua siendo 'juntos seremos más fuertes'. La apuesta es seguir con la integración y democratización de la Unión y haciendo más transparente su funcionamiento. Además pretenden extender el concepto de la ciudadanía europea. El PP pide 'una Europa más ágil en la toma de decisiones' y seguir avanzando en la unión política, que reduzca la burocracia y dé respuestas más rápidas a las crisis'. El PSOE, por su parte, conviene en que la UE debe avanzar en las reformas para que 'la ciudadanía europea, la sociedad civil y los agentes sociales' tengan 'una plena participación democrática y el control en las decisiones de la UE'.

La mayoría de los partidos coinciden en sus propuestas para aumentar el poder del Parlamento Europeo en el proceso de toma de decisiones de la UE. Admiten que la Eurocámara debería gozar de una mayor capacidad de supervisión sobre la Comisión, el Ejecutivo comunitario. UPyD, una de las formaciones que hace un alegato más extenso en este sentido, pide que el Parlamento tenga iniciativa legislativa, que se acabe con su 'nomadismo' entre Estrasburgo (plenos), Bruselas (comisiones, reuniones de los grupos) y Luxemburgo (sede de su secretaria general) y que se refuercen sus poderes para que 'controle la acción exterior de la UE'. También expresa que el Consejo debe limitar 'su ámbito de actuación a las competencias compartidas o exclusivas de los Estados nacionales, evitando toda intervención en asuntos relacionados con las competencias exclusivas de la Unión Europea, que deben ser gestionadas por la Comisión Europea'.

En un línea similar se encuentra Vox, que recuerda que 'los Estados Miembros y el Parlamento Europeo no deberían olvidar que si la Comisión Europea no funciona o es debilitada, la Unión no funcionará', por lo que alega a favor de que tenga 'pleno poder legislativo'. La formación es favorable a que la UE tenga 'una cierta dosis de presidencialismo', que contribuya a que 'los pueblos de Europa vayan cediendo en sus prejuicios nacionales a favor de una visión y una identidad europea que sea la base de una vigorosa acción común'.

Izquierda Plural va un poco más lejos en sus planteamientos y propone iniciar 'un verdadero proceso constituyente, una refundación de la UE y de las instituciones del sistema político español'. Para ello pide la 'convocatoria de una Asamblea Constituyente Europea elegida por sufragio universal para determinar una arquitectura democrática de las instituciones europeas'. 'El objetivo', continúa el programa, 'es construir una Europa social y ecológicamente sostenible que acabe con el actual Tratado de Estabilidad, con el principio de la desregulación del mercado, con la moneda única sin Tesoro Público Europeo, con el Banco Central como entidad no controlada democráticamente y sin posibilidad de convertirse en una verdadera Reserva Federal Europea', siempre con la motivación de acabar con la austeridad y con 'las fuerzas neoliberales' que considera que la han puesto en marcha.

Podemos centra una parte de sus propuestas relativas al funcionamiento comunitario en la potenciación de la iniciativa legislativa popular y la democracia directa mediante referéndums. 'Es preciso impulsar desde el Parlamento europeo reformas en todos los países miembros para que las decisiones de carácter estratégico hayan de ser sometidas a referéndums en cada país'. En este sentido, la plataforma propone la 'creación de un Comisariado de Participación en la Comisión Europea que, propuesto y elegido por el Parlamento, tenga el mandato de fomentar, impulsar y verificar que la participación ciudadana sea un elemento central de la construcción europea'.

El Partido X explica que el actual mecanismo para la participación del pueblo en el proceso legislativo europeo, la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) es 'insuficiente, ineficaz y muy oneroso para los ciudadanos'. Por ello 'la implantación de mecanismos y herramientas de wikilegislación y wikigobierno que otorguen a la ciudadanía, y no solo a sus representantes, el poder para legislar y que permitan, a la vez, que los actos de gobierno se encuentren bajo el control de la ciudadanía'.

Vox es el único partido que piden la creación de un ejército comunitario. 'Si la UE no se dota de una mínima organización militar, de un ejército propiamente europeo plenamente coordinado con la OTAN, pero dotado de la suficiente autonomía, su dependencia exterior se hará evidente en todos y cada uno de los litigios internacionales. El caso ucraniano está mostrando paladinamente esta limitación', afirman en su programa. UPyD propone eliminar las fuerzas armadas nacionales y crear un solo ejercito a nivel europeo.

El PP no llega a sumarse a la propuesta sobre la creación de una fuerza armada, pero sí reconoce que 'se hace prioritaria una Política Común de Seguridad y Defensa que dé respuesta a retos como terrorismo o ciberdelicuencia'.  'Impulsaremos un incremento de las capacidades de defensa y el fortalecimiento de la industria europea de este sector', afirman los conservadores, explicando que 'los riesgos y las amenazas se han vuelto globales y, por tanto, también comunes. Su dimensión los hace inabarcables para los Estados por separado'. Exponen que hay que mantener y estrechar las relaciones con EEUU y la OTAN porque 'atlantismo y europeísmo son las dos caras de una misma moneda'.

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