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Dormir poco afecta la dieta de los adolescentes: estudio

Reuters

Los adolescentes que duermen menos deocho horas por día comen alimentos más grasos que aquellos quedescansan más de ese tiempo por noche, dijo un grupo deinvestigadores estadounidenses.

Los expertos argumentaron que dormir poco puede ocasionarcambios crónicos en la dieta que pueden elevar el riesgo deobesidad, especialmente en las chicas.

Estudios anteriores habían mostrado que un sueño escasopuede llevar a subir de peso, pero los nuevos hallazgosmuestran de dónde vienen las calorías de más.

Aumentar la ingesta de alimentos grasos, que habitualmentetienen más calorías, puede incrementar el número de caloríasingeridas a diario y si eso se produce rutinariamente, puedellevar a un exceso de grasa en el cuerpo.

"La demostración de patrones de dieta alterados de formacrónica en adolescentes que duermen poco da una idea de por quéun sueño más escaso se ha asociado con la obesidad en estudiosexperimentales anteriores", dijo la doctora Susan Redline, delHospital de Mujeres de Brigham y el Centro Médico Beth IsraelDeaconess de Boston, cuyo estudio aparece en la revista Sleep.

Redline y sus colegas estudiaron a 240 adolescentes deedades comprendidas entre los 16 y los 19 años que participaronen un estudio sobre el sueño. Sus hábitos fueron supervisadosen casa a través de un dispositivo colocado en la muñeca y laingesta de alimentos se calculó a través de entrevistasrealizadas por personal preparado.

El equipo halló que los adolescentes que dormían menos deocho horas de lunes a viernes consumían un 2,2 por ciento másde calorías obtenidas de la grasa y un 3 por ciento menos decalorías provenientes de carbohidratos que los adolescentes quedormían ocho horas o más.

"El incremento relativo en el consumo de grasa entrequienes dormían menos en un 2,2 por ciento diario de formaconstante puede contribuir a incrementos acumulativos en elconsumo de energía que podría incrementar el riesgo de obesidady trastornos cardiovasculares", dijo Redline en un comunicado.

Sin embargo, el riesgo puede revertirse fácilmente.

El equipo halló que cada hora añadida de sueño disminuía enpromedio un 21 por ciento las posibilidades de comer unacantidad alta de calorías a través de "snacks".

Curiosamente, cuando hicieron la distinción por género, losautores hallaron que los resultados eran estadísticamentesignificativos en las chicas, pero no en los varones.

Aunque no está claro el motivo, el equipo dijo que puedeser que las adolescentes tiendan más a recurrir a la comida porrazones emocionales que los chicos, pero que eso debeestudiarse.

Sólo el 34 por ciento de los adolescentes que participaronen el estudio dormían un promedio de ocho horas o más. Según laAcademia Estadounidense de Medicina del Sueño, los adolescentesnecesitan al menos nueve horas de sueño para sentirse alerta ydescansados.

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