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EEUU dice que es pronto para el final de la ofensiva afgana

Reuters

La ofensiva de la OTAN contra el bastión de los talibanes en el sur de Afganistán ha empezado bien pero es difícil predecir cuándo terminará, dijo el domingo el jefe del Estado Mayor estadounidense.

"Ha empezado bien", dijo el almirante Mike Mullen a la prensa durante una visita a Israel cuando se le preguntó por los progresos en la localidad de Marjah, en la provincia de Helmand, tras dos días de ofensiva.

"Es muy difícil predecir (el final)", indicó. "Desde el punto de visa de los planes habíamos hablado de unas pocas semanas, pero no lo sé".

La ofensiva, llevada a cabo por 15.000 soldados, es una de las mayores de la Alianza Atlántica contra los talibanes desde que fueron derrocados en noviembre de 2001, y pretende extender la influencia de Kabul al último gran bastión de los integristas.

El domingo también se conocieron las primeras víctimas civiles, cuando la OTAN, admitió haber causado 12 muertos por error en un ataque con misiles contra unos milicianos que atacaban a la OTAN y a las tropas afganas.

"Es lamentable que en el curso de nuestros esfuerzos conjuntos se perdieran vidas inocentes. Extendemos nuestro más sentido pésame y nos aseguraremos de hacer todo lo posible para evitar futuros incidentes", dijo en un comunicado el general estadounidense Stanley McChrystal, que dirige las tropas estadounidenses y de la OTAN.

El presidente afgano, Hamid Karzai, mostró su pesar por el incidente e instó a la OTAN a tener cuidado durante la ofensiva para evitar víctimas civiles.

"Al oír las noticias, Hamid Karzai ordenó inmediatamente una investigación, ya que había pedido previamente que la operación fuera realizada cuidadosamente para evitar que civiles inocentes murieran", según una declaración de la oficina del presidente.

Por su parte, el almirante Mullen aseguró que la ofensiva "no está centrada en los talibanes, es una estrategia no sólo para limpiar la zona, sino para mantenerla y luego construir alrededor de ella para que haya un componente civil y una gobernanza local".

Los marines estadounidenses estuvieron bajo un intenso fuego talibán tras tomar un edificio en Marjah, en una ceremonia en la que izaron la bandera afgana.

LA OTAN ha advertido a los civiles que no abandonen sus casas. Se cree que la mayoría de los 100.000 habitantes de la zona se ha quedado.

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