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Efectos "antigrasa" de comidas en familia varían según la etnia

Reuters

Por Anne Harding

Comer en familia ayuda aprevenir la obesidad en los niños blancos, pero no en losafroamericanos, y hasta podría elevar el riesgo en los chicoshispanos, según una investigación estadounidense.

El nuevo estudio sobre casi 17.000 niños de Estados Unidosno se ocupó de qué o cuánto comían.

"Ese es un tema para futuros estudios sobre qué ocurre enla mesa del hogar", dijo Brandi Y. Rollins, de la PennsylvaniaState University, que participó en el estudio publicado enJournal of the American Dietetic Association.

Hasta ahora, dijo Rollins, existe un sólo estudio sobrecómo la comida en familia influye en el riesgo de que los niñosengorden. La experta agregó que existen evidencias de que lacomida en familia beneficiaría más a los adolescentes blancosque a los hispanos o los afroamericanos.

El equipo de Rollins analizó datos de la encuesta NationalSurvey of Children's Health realizada en el 2003 con 16.770niños y niñas de entre 6 y 11 años. El 72 por ciento era blancono hispano.

El 43 por ciento de los niños blancos tenía sobrepeso uobesidad, comparado con el 60 por ciento de los hispanos y el63 por ciento de los negros no hispanos.

Los niños blancos y negros compartían unas cinco comidassemanales con la familia, mientras que los hispanos lo hacíanunas seis veces por semana.

Los chicos blancos no hispanos que comían en familia todoslos días eran un tercio menos propensos a ser obesos que losniños blancos que se sentaban a la mesa en el hogar dos vecespor semana o menos.

Pero no hubo relación entre la frecuencia de las comidas enfamilia y el sobrepeso o la obesidad en las niñas negras.

El riesgo de tener sobrepeso u obesidad en los varonesnegros disminuyó "marginalmente" a medida que aumentaba lacantidad de comidas en familia por semana.

Pero en los varones hispanos que vivían con uno solo de suspadres o en hogares con bajo nivel educativo (el nivel más altoalcanzado era el secundario o algunos años de escuela),compartir más comidas en familia elevaba el riesgo de tenersobrepeso u obesidad.

No hubo relación entre la frecuencia de las comidasfamiliares y el exceso de peso en las niñas hispanas que vivíancon uno de sus padres o en hogares con bajo nivel educativo, nien las niñas o varones de origen hispano que convivían conambos padres o vivían en hogares con mayor nivel educativo.

"Es posible que los padres de esas poblaciones étnicastengan distintas prácticas alimentarias con los hijos varones ymujeres; estudios previos habían demostrado que eso ocurría enotras etnias", escribió el equipo.

Otro estudio había hallado que las familias hispanas eranmás propensas que las de otras etnias a comprar comida rápidapara la mesa familiar. "Esas comidas no son las mássaludables", dijo Rollins.

Otra explicación, agregó la autora, podría ser que dado quelos niños negros e hispanos tienen más riesgo de engordar quelos niños blancos, no sería suficiente con alentarlos a comeren familia más a menudo.

FUENTE: Journal of the American Dietetic Association,septiembre del 2010

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