Egipto ganó el domingo a Ghana por 1-0, convirtiéndose en el primer equipo que gana la Copa de África en tres ocasiones consecutivas.

Mohamed Nagui, que entró como sustituto, fue el autor del gol que dio el triunfo a los egipcios a cinco minutos del final del partido.

No fue la actuación más impresionante de los egipcios, pero un inusual ataque a punto de acabar el partido permitió a Nagui, con su quinto gol del torneo, dar a Egipto una séptima victoria en el torneo continental.

El jugador se acercó a la red de Ghana desde un difícil ángulo tras una jugada conjunta con el delantero Mohamed Zidan, quien había pasado desapercibido durante el partido.

Ghana, afectada por las lesiones de sus principales jugadores, pasó a la final de forma inesperada y, a pesar de una poco experimentada alineación, venció a sus contrincantes previos.

Egipto, que no logró clasificarse para el Mundial de este año, partió con nueve miembros del equipo ganador de hace dos años, mientras que sólo dos miembros del equipo ghanés habían nacido cuando Ghana se adjudicó el título de la Copa de África por última vez, en 1982.

El delantero Asamoah Gyan, quien tuvo un papel solitario en la delantera, estuvo cerca de anotar para Ghana en varias ocasiones, todas ellas desde fuera del área.

La mayoría de las oportunidades de gol vinieron de disparos a larga distancia ya que ambas defensas se mantuvieron firmes durante la mayor parte del partido y los jugadores retrocedían rápidamente detrás del balón cuando no lo dominaban.

Egipto tuvo dos oportunidades en la mitad del segundo tiempo, pero ni Emad Moteab ni Zidan pudieron concretarlas.

Ghana podría haber igualado el marcador con el último ataque del encuentro tras un pase de Samuel Inkoom que evadió la defensa egipcia, pero el balón cayó lejos de Eric Addo.

Con este triunfo, Egipto mantuvo su racha de partidos invicto en el torneo, extendiéndola a 19.

El capitán Ahmed Hassan, nombrado hombre del partido, se convirtió en el primer jugador en ganar cuatro títulos de la Copa de África.