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El Ego también se viste de piel

EFE

El Ego, la jornada menos previsible y más arriesgada de Cibeles Madrid Fashion Week, ha regresado a las ancestrales formas de vestir para mostrar que la piel animal, en todas sus versiones, sigue siendo válida para crear las nuevas colecciones del próximo otoño-invierno.

Precisamente la primitiva simbiosis entre cazador y presa ha sido la idea central que la firma Etxeberría ha llevado hoy a la pasarela, con prendas exclusivamente masculinas en las que la piel está omnipresente.

Pantalones tipo "jockey" trabajados con telas más propias de las prendas de caza se combinan, en la mayoría de sus dinámicas y sorpresivas propuestas, con armadas chaquetas de cuadro gales y raya diplomática.

El guipuzcoano trabaja con lógica y diversas texturas la piel, tanto para confeccionar prendas de peso como abrigos, gabanes o americanas, como en complementos y detalles como cinturones, guantes, gorras y carteras de mano.

Entre las vistosas pieles que habitan en la colección destacan el astracán, el zorro de Patagonia, la cabra de Chetkian, el potro o la serpiente.

Cati Serra, en su tercera aparición en Cibeles, apuesta por explorar la relación de las matemáticas con la naturaleza en "Mandelbrot", una colección que la mallorquina alegra con tonos tejas y calderos en faldas, blusas y chaquetones de pelo de cabra de Mongolia.

La joven diseñadora combina materiales como la piel y el punto en largas faldas plisadas, mientras que el punto grueso lo reserva para jerseys que rompen la paleta cromática de los naranjas con toques de frambuesa.

La colección en liso sólo es rota por el estampado cachemir de algunos vestidos largos, chalecos y blusas, mientras que en su línea masculina propone acolchados de terciopelo tornasolado y cárdigan de punto con adornos de piel.

Siluetas envolventes y relajadas dan vida a la colección de "El Colmillo de Morsa", que se inspira en "el comportamiento tan peculiar del ser humano y su conexión con los elementos naturales", según han explicado a EFE los creadores de la firma Jordi Espiro y Elisabet Vallecillo.

Tan amado como odiado, el bolso riñonera vuelve a la pasarela junto a faldas de cuero plisadas y delicados "tops" realizados en gasa y lana.

Por su parte, Belén Vidal, encargada de abrir El Ego, ha subido a la pasarela 16 "looks" cosidos en materiales rígidos y lanas sin teñir que, a juicio de la diseñadora, "configuran un nuevo concepto de la belleza femenina".

En las propuestas de día, se han visto líneas asimétricas y cortes vivos en abrigos, vestidos y bermudas trabajadas en lanas sin teñir en colores neutros.

Para la noche, ha elegido materiales etéreos como la seda que jugaban con otros más gruesos como fieltro hasta tallar piezas que esculpían el cuerpo de la mujer con formas que evocan el mundo vegetal.

Moisés Nieto se ha inspirado en una mujer que trabaja en el mar para crear a "sus heroínas urbanas, independientes y sin compromiso con el hombre", según ha explicado el diseñador.

Con yute y seda, Nieto ha creado pantalones, vestidos, gabardinas y abrigos de línea años 50, muy ceñida y estructurada, en la que algunos dobladillos se han mostrado sin rematar.

Grandes sogas, a modo de rudas gargantillas, y las manidas y convencionales manoplas de crin fueron los complementos más importantes de su colección "Bautismo".

Maniquíes maquillados como zombies han exhibido la colección de Jaime & Silvia, impregnada de la estética gótica, en la que el negro reinó y pequeñas notas de gris y camel rompieron la monocromía.

Los diseñadores han creado para la ocasión una colección "unisex" en la que los hombres han lucido las mismas plataformas y similares medias y faldas que las mujeres.

Experimentados creadores como Maya Hansen, American Pérez, Cati Serra y Lluis Corujo conviven hoy en El Ego con los debutantes Belén Vidal, Moisés Nieto, Etxebarría, Jaime Mesa&Silvia Gallego y las firmas "El Colmillo de Morsa" y "Le".

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