Las eléctricas no pueden cobrar a sus clientes la sustitución de los viejos contadores de la luz por equipos digitales, una operación que las empresas están legalmente obligadas a tener completada antes de 2018 por imperativo de la UE. La gratuidad del cambio se daba por sentada; así lo consideró el año pasado (aunque sin carácter vinculante) el regulador del sector, la Comisión Nacional de la Energía (CNE), 'dado que ni la decisión ni la responsabilidad del cambio recaen en el consumidor'. Pero parece que a las compañías no les había quedado claro. Ni al Ministerio de Industria, que hasta el mes pasado no emitió una resolución en la que así lo establecía.

La Dirección General de Energía del Ministerio ha remitido esta semana una carta a las autoridades de Consumo de las comunidades autónomas en la que les recuerda que esa operación debe ser gratuita. Según fuentes de Industria, los clientes a los que se les haya cobrado el cambio (si los hay), deberán reclamar a las autoridades autonómicas su devolución.

Endesa, pionera en la sustitución de los equipos, dice que no cobra el cambio

Industria ha intentado cortar de raíz lo que amenazaba con convertirse en un nuevo quebradero de cabeza para el departamento de Miguel Sebastián, después de que la Unión de Consumidores de España (UCE) denunciara hoy que Endesa ha remitido cartas a los consumidores en las que la eléctrica avisa de que, 'según se establece en la legislación actual', deben pagar 9 euros en concepto de 'derechos de enganche' del nuevo contador. Un argumento peregrino, porque la instalación de esos equipos no implica desenganche alguno a la red. Como se pregunta un indignado usuario canario en una impagable carta remitida a la eléctrica (que tiene el monopolio en el archipiélago), '¿cómo nos van a cobrar a los usuarios un reenganche de un desenganche que ni hemos pedido, ni hemos contratado?'.

Endesa, la primera empresa que ha iniciado la sustitución de los equipos de medida (hasta diciembre, ya había reemplazado 150.000 unidades) reaccionó hoy asegurando que, 'por prudencia', no ha cobrado a los usuarios ningún importe ni lo va a hacer. La compañía explica que la norma que establece la gratuidad para el usuario (que el sector daba por hecha) es muy reciente y el envío de las cartas en las que se informaba del cambio era conforme a la legislación hasta ese momento.