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El emperador Akihito cumple 76 años con "mejor salud"

EFE

El emperador de Japón, Akihito, cumplió hoy 76 años, "con mejor salud que el pasado diciembre", según reconoció, en un año de gran significación, ya que se cumplieron 20 años de su entronización y celebró sus bodas de oro con la emperatriz Michiko.

En unas declaraciones con motivo de su natalicio divulgadas por la Agencia de la Casa Imperial, el emperador dijo sentirse en mejor estado de salud que hace un año, pero pidió que su agenda, reducida para evitar una recaída, siga siendo tan ligera como hasta el momento.

Akihito aseguró que intenta "no dar al pueblo razones para preocuparse", a la vez que reconoció que tanto él como la emperatriz Michiko se sienten muy arropados por el cariño y apoyo de los japoneses.

Debido a esta reducción de tareas de los emperadores, Akihito no mantuvo el tradicional encuentro con la prensa que se organiza la víspera de su cumpleaños, también debido a que el pasado mes celebró el 20 aniversario de su entronización.

No obstante, los emperadores, junto con los príncipes herederos, Naruhito y Masako, saludaron desde el balcón del Palacio Imperial de Tokio a las miles de personas que se habían congregado para saludarles, a las que desearon llegar con buena salud al nuevo año.

Akihito recordó en la nota de la Casa Imperial que hace un año aún se estaba recuperando de su arritmia cardiaca y de la alta presión arterial, lo que le obligó a cancelar algunos compromisos.

Además, el emperador sufrió recientemente una hemorragia estomacal y tuvo que someterse en 2003 a una operación para superar un cáncer de próstata, por lo que desde entonces se ha sometido a terapia hormonal.

El único emperador del siglo XXI, tuvo un recuerdo para las personas que este año han sido afectadas por la crisis económica y la epidemia de gripe A.

"Me entristece profundamente que haya gente que incluso ha perdido sus casas por los problemas financieros", afirmó.

La nota positiva de 2009 para el monarca fue la coincidencia este año de dos aniversarios de gran importancia: sus dos décadas al frente del trono imperial de Japón y su bodas de oro con la emperatriz Michiko.

Del mismo modo, Akihito recordó el viaje oficial que realizó junto a su esposa a Canadá este verano, para celebrar los 80 años de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Como balance de estos 20 años de su reinado, bautizado "heisei" o paz, Akihito destacó "las muchas dificultades que ha superado el pueblo japonés. Me emociona mucho ver como la gente ha podido adaptarse a una demografía más envejecida, ayudándose los unos a los otros como camino hacia una sociedad mejor".

Akihito, heredero del milenario Trono del Crisantemo, es el 125 descendiente de la dinastía reinante más antigua del mundo, pero el primero que accedió a la Corona japonesa sin el halo divino de sus predecesores.

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