El Gobierno de Mariano Rajoy ya tiene una foto para la política de gestos que parece que es lo que dictan cada día los mercados. Ayer, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, convocó a una cumbre a los 31 presidentes de las grandes compañías del país, similar a las dos que ya organizó el anterior Ejecutivo. En esta última, en forma de almuerzo en la sede de Exteriores, las empresas pidieron al nuevo Gabinete más eficacia para apoyarles en el exterior, ante la sequía extrema del negocio doméstico.

La cumbre no tuvo el mismo rango que las anteriores, ya que no acudió el presidente del Gobierno, pero a García-Margallo sí se unieron a última hora la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el de Industria, José Manuel Soria. Los tres coincidieron en que hay que impulsar la imagen del país fuera, porque 'la imagen' es 'peor que la realidad de España', aseguró García-Margallo.

El acuerdo que salió de la reunión consiste en que el Gobierno consultará a las empresas para elaborar en breve un documento que sirva de hoja de ruta para mejorar los servicios que las embajadas prestan ahora fuera a las compañías.

La lista de asistentes que facilitó ayer el ministerio está llena de errores en los nombres de los grandes empresarios. Al margen, fuentes de las compañías calificaron como positivo el encuentro, ya que esperan que sea útil para su expansión en el exterior y revierta en la mejora de la economía española. La delegación empresarial estuvo encabezada por César Alierta, presidente de Telefónica, Francisco González (BBVA), Florentino Pérez (ACS), Baldomero Falcones (FCC), José Manuel Entrecanales (Acciona), Antoni Brufau (Repsol) y Pablo Isla (Inditex), entre otros. El presidente del Santander Emilio Botín, no acudió y envió a su vicepresidente Matías Rodríguez Inciarte. Tampoco estuvo Rafael del Pino (Ferrovial), pero sí su vicepresidente, Joaquín Ayuso. Co-mo avanzó Público, la próxima cita será con la CEOE y aso-ciaciones empresariales.