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ENFOQUE-¿Sufrirá Estados Unidos los "kilos de la recesión"?

Reuters

Por Ed Stoddard

Seguramente los estadounidenses reduzcanlo que gastan en comida en respuesta a una economía debilitada,pero algunos expertos temen que puedan aumentar de peso en elproceso.

El fantasma de los "kilos de la recesión" es algo quepreocupa a los profesionales de la salud, quienes apuntan anumerosos estudios que relacionan la obesidad y los hábitosalimenticios no saludables con los bajos ingresos.

Ellos temen que a medida que la gente reduce sus gastos encomida también lo hará en productos saludables -perorelativamente caros- como pescado fresco, frutas, verduras ygranos integrales, a favor de opciones más baratas con altoscontenidos de azúcar y grasas saturadas.

"La gente va a economizar y a medida que ahorre dinero enalimentos va a comer más calorías vacías o alimentos con altoscontenidos de azúcar, grasas saturadas y granos refinados, queson más baratos", dijo Adam Drewnowski, director del Programade Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Washington, enSeattle.

"Las cosas van a empeorar. La obesidad es un resultadotóxico de un débil contexto económico", explicó Drewnowski aReuters en una entrevista telefónica.

La propia investigación de Drewnowski ha resaltado el nexoentre el ingreso y la obesidad.

"En Seattle hemos encontrado que hay diferencias delquíntuple entre los índices de obesidad dependiendo del códigopostal, los códigos postales de bajos ingresos tienen unaproporción mucho más alta de personas obesas", dijoDrewnowski.

Agregó que estudios en California sugerían que un aumentode la pobreza del 10 por ciento se traducía en un incrementodel 6 por ciento en la obesidad entre los adultos.

El índice de nuevos casos de diabetes se disparó aaproximadamente un 90 por ciento en Estados Unidos en la últimadécada, avivado por la creciente obesidad y el estilo de vidasedentario, dijeron funcionarios de salud de ese país enoctubre.

Nueve de los 10 estados con los más altos índices de casosnuevos de diabetes estaban en el sur, una región con enormesfocos de pobreza y flagrantes disparidades en el ingreso.

Estados Unidos ya está en el primer puesto de los índicesde obesidad a nivel mundial.

Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades,más de un tercio de los estadounidenses adultos -más de 72millones de personas- y 16 por ciento de los niños del país sonobesos.

La recesión en curso podría aumentar más las cinturas enEstados Unidos mientras más y más gente cae presa de tiemposduros y busca comidas más baratas.

"La realidad es que cuando el ingreso es limitado loprimero que se quiere cubrir son las calorías suficientes en ladieta. Y las fuentes baratas de calorías tienden a ser altas engrasas y azúcar", dijo Eileen Kennedy, decana de la EscuelaFriedman de Ciencias y Políticas de la Nutrición de laUniversidad Tufts, en Boston.

BIG MACS A PRUEBA DE RECESION

Existe evidencia para sostener tales preocupaciones,incluyendo el éxito del gigante estadounidense de la comidarápida McDonald's, el cual tiene un menú barato que es alto engrasa y calorías.

El director ejecutivo Jim Skinner dijo en octubre que lamayor cadena de hamburguesas del mundo "sigue siendo resistentea la recesión" después de contabilizar mejores ganancias quelas esperadas en el tercer trimestre, ayudadas por un salto del7 por ciento en las ventas mundiales.

La cadena ha usado con éxito su Menú Dólar para mantener sudominio sobre los clientes faltos de dinero.

Dianthe Clements, de 36 años, parte de esa clientela ymadre de dos niños en Washington D.C., se esfuerza por llegar afin de mes reponiendo góndolas en una tienda donde gana 11,27dólares por hora.

"Algunas noches vamos a McDonald's, tienen ese menú barato.A veces sólo comemos cereal", dijo la mujer a Reuters.

En comparación, otras cadenas asociadas con unaalimentación más sana como el minorista de comestibles deAustin Whole Foods ha visto su suerte desplomarse con laeconomía.

Whole Foods, que prosperó antes de la crisis económicavendiendo alimentos orgánicos, naturales y gourmet a preciosaltos, se ha visto perjudicado ya que los consumidoresconscientes de los costos se pasan a tiendas más baratas.

En noviembre, la compañía dijo que las ventas habíanaumentado un 0,4 por ciento en el trimestre de septiembre,comparado con el aumento del 8,2 por ciento del mismo períodoun año atrás.

"Nosotros asociamos la pobreza con la obesidad porque losalimentos densos en energía son más baratos. Una mayor pobrezano tiene que traducirse en más obesidad, pero sin duda podría,"dijo Robert Eckel, ex presidente de la Asociación Cardíaca deEstados Unidos con sede en Dallas.

Drewnowski dijo que era posible comer de forma accesible ysaludable, en parte dependiendo en los alimentos básicos queayudaron a Estados Unidos a sobrellevar la Depresión económicade la década de 1930.

"La respuesta está en alimentos accesibles pero ricos ennutrientes como la carne picada, los porotos, leche, nueces,queso, zanahorias, papas, tomates en lata, sopas y arroz",agregó el médico, llamándola "una dieta para la nuevaDepresión".

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