Por Raquel Castillo

La actriz británica Emily Blunt continúa imparable codeándose con los grandes de la interpretación y llega a la gran pantalla en una resurrección del clásico del terror "El hombre lobo" junto a Benicio del Toro y Anthony Hopkins.

Después de ser candidata a los Globos de Oro por su papel en "La joven Victoria", en la que encarna a una monarca de Inglaterra adolescente, y aparecer en las quinielas para los Oscar, Blunt, que saltó a la fama por su interpretación de asistente frívola en "El diablo viste de Prada", se siente afortunada con sus compañeros de rodaje.

"Sólo quería sentarme y ver lo que estaban haciendo ellos", afirmó durante una entrevista en Madrid, a donde acudió junto a Del Toro para promocionar "El hombre lobo", de Universal Pictures, que se estrena el viernes en España.

"La amistad que surge durante el rodaje con estas personas que has admirado durante tanto tiempo es algo muy especial", explicó.

En "El hombre lobo", dirigida por Joe Johnston ("Jumanji" y "Cariño, he encogido a los niños"), Blunt se enfunda de nuevo un corsé para interpretar a Gwen Conliffe, que pide ayuda a su cuñado Lawrence Talbott, interpretado por Del Toro, para que le ayude a buscar a su prometido.

"No tengo preferencias de géneros, lo que más me gusta es cambiar de uno a otro, porque si no me aburro haciendo siempre el mismo tipo de papeles", afirmó.

Sin embargo, reconoció que es "agotador" intentar permanecer asustada durante tanto tiempo.

"Después de 20 tomas de la misma secuencia es difícil poner cara de miedo, una vez casi me desmayé porque estaba hiperventilando", dijo.

Aún así, dijo haber disfrutado en los brazos de un Benicio del Toro cubierto de pelo y con dientes afilados, resultado de varias horas de maquillaje a cargo del seis veces ganador de un Oscar Rick Baker.

"Lo bueno que tiene la película es que puedes tocar al monstruo", sostuvo, antes de agregar que la mirada de Meryl Streep en "El diablo viste de Prada" era mucho más aterradora.

"Meryl Streep me asustó más, no necesitaba ningún maquillaje, bastaba con la mirada. Benicio, cuando sacaba los dientes, parecía un cachorrito", bromeó.

ÉXITO CONTROLADO

A pesar de aparecer en las apuestas como candidata al Oscar, la actriz, ganadora de un Globo de Oro por "El diablo viste de Prada", aseguró que no se sentía decepcionada después de no haber sido nominada.

"En realidad, no me sorprendió", dijo. "Trato de no pensar en los premios, porque si tu único plan es conseguir la gloria no disfrutas del resto".

Blunt, que trabajó en Reino Unido en películas como "Mi verano de amor" (2003) y telefilmes como "Enrique VIII" o "Gideon's daughter", dio el salto a Hollywood en 2005, donde ha trabajado junto Tom Hanks o John Malkovich.

En el último año ha rodado "The adjustment bureau" junto a Matt Damon.

"No he tenido un éxito meteórico, sino más lento y por tanto más controlado (...) No ha sido un camino tan duro para mí y soy consciente de que es una industria que puede asustar a la gente", dijo.

"Me siento realmente afortunada", aseguró. "Hay gente que se pasa la vida esperando despuntar".