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España entra en la pelea por la exportaciones

Los expertos ven como única salida de la crisis aumentar las ventas a Brasil, China o India

ANA TUDELA

Se busca demanda que pueda ayudar a un país a salir de la crisis. Si Keynes tenía razón, sólo con demanda, sólo a través de la compra de productos y servicios, se activará la economía, se generará empleo y este, a su vez, traerá nueva demanda. Pero, ¿qué pasa cuando ni el consumo ni la inversión internos tienen aún la fuerza suficiente y además hay que reducir el gasto público? Si no se compra dentro del país, ¿quién generará esa demanda?

España tiene que volcarse hacia fuera, según sostiene un nutrido grupo de economistas, buscar en países con un ritmo de crecimiento como el 7% que se espera de Brasil este año o el 10,5% que se prevé que crezca la economía china. El Gobierno español ha fiado a las exportaciones buena parte del crecimiento del 1,3% que prevé que experimente la economía española en 2011. De hecho, prevé que las ventas al exterior crezcan un 6,4% frente a un incremento de las importaciones del 2,9%.

El Gobierno fía gran parte del crecimiento de 2011 a la exportación

Pero la economía española no es la única que busca mejor fortuna en otras tierras. El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconocía la semana pasada la existencia de una guerra mundial de divisas que se libra prácticamente a campo abierto y en la que los gobiernos de las principales economías (incluidas EEUU, Japón, Brasil y Reino Unido) estarían metiendo la mano en los mercados para depreciar sus monedas y favorecer así sus propias exportaciones.

En medio de ese fuego cruzado afronta España su travesía hacia los países empergentes, los llamados BRIC (por Brasil, Rusia, India y China). Países gigantescos que empezaron a aparecer en el mapa porque producir en ellos costaba tan poco que convertía en derroche la palabra barato pero que hoy, son mucho más que fábricas. Son inmensos mercados con miles de millones de personas de las que un número cada vez mayor quiere un coche, un móvil, comer jamón..., quiere consumir.

José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, comenta que, para crecer ahora, 'exportar es la única posibilidad, porque aunque el consumo interno está repuntando, se anula el efecto por la caída del gasto público'. Por eso, 'todo el crecimiento viene del lado de las exportaciones, que suponen el 25% de nuestro PIB'. Los últimos datos, explica Díez, muestran que 'las exportaciones que no van a la UE están tirando del total, lo que significa que proceden de los emergentes'. Ángel Laborda, director de Coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), coincide en que 'las exportaciones se están comportando muy bien. Incluso mejor de lo previsto. Y más fuera de la zona del euro que dentro'.

España suma el 2% del comercio internacional y aspira a más

España atiende al '2% de la demanda del comercio internacional. Hay que aspirar a lograr una buena parte del otro 98%', explica a Público Miguel Otero, ex director del Icex; ex director de desarrollo internacional de Chupa Chups, de cuya implantación en China en los noventa fue responsable, y hoy director general de la Asociación de Marcas Renombradas Españolas, foro de ayuda a las empresas y promoción del Made by Spain.

'Las empresas hoy día, sean manufactureras o de servicios, tienen la necesidad de globalizarse. En España estamos estancados y durante dos o tres años, si crecemos, lo haremos a ritmos muy débiles', comenta. 'Depender de un solo mercado como España significa no tener alternativa para aguantar una crisis'.

José Carlos Díez: 'Exportar es la única posibilidad para crecer ahora'

No se trata solo de ir y vender producto español, hay que implantarse en el país, comenta Otero. 'Se está produciendo una desviación del flujo comercial. China comercia cada vez menos con Europa y más con el resto de Asia o con América Latina. La empresa que no esté implantada en estos países se va a perder ese nuevo foco de crecimiento'.

Se ha recorrido un importante camino desde que, en 1993, Otero fue 'por primera vez a China a establecer Chupa Chups en Shanghai'. Entonces no había ni consulado español, ni representación oficial. Hoy están entre 50 y 60 empresas españolas solo en Shanghai y unas 500 en todo China. Hay una oficina comercial en Shanghai, otra en Hong Kong y está el Instituto Cervantes. A todo esto se le ha sumado el Pabellón de España de la Expo de Shanghai, en el que ha participado la asociación que preside Otero. 'Está yendo muy bien', asegura. 'Hemos visto la capacidad de los chinos de comprar. Los consumidores de China tienen mucho más poder adquisitivo en términos monetarios de lo que indica su PIB. Sus costes de vida son mucho más bajos y eso hace que su poder de consumo sea sorprendente. Evidentemente, hay grandes bolsas de pobreza e infraconsumo pero, de los 1.300 millones de habitantes de China, entre 500 y 600 millones tienen una alta capacidad de demanda'. Eso son muchos clientes potenciales.

¿Cómo vender a China a precios de China? La respuesta suena a muy mala noticia para los 4,6 millones de desempleados españoles. 'Hay que subirse al fenómeno de la multilocalización. Trasladar la producción a uno de esos mercados siempre que los puestos más cualificados permanezcan aquí', explica Otero. Balbino Prieto, presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, también coincide en que, 'en los BRIC, lo importante, más que exportar, es instalarse para producir con sus costes y competir en el mercado internacional'.

Uno de los retos a lograr es mejorar el reconocimiento de la marca España

Miguel Otero reconoce que, en España, 'a los trabajadores con menor cualificación, como los del sector de la construcción, no es fácil trasladarlos a actividades de valor añadido'. 'Pero hay que lograr algún tipo de demanda para generar trabajo en España y la demanda interna no va a ser la solución', añade. Con el suficiente tiempo, 'la internacionalización permite crear empleo sostenible y de calidad', asegura. Pero eso pasa por un cambio en el sistema educativo, añade Prieto.

Oscar Tierri, presidente para América Latina y Sur de Europa de la china CDC, comenta que 'en España hay una situación de tristeza general mientras que en países como Brasil hay euforia. Eso atrae a especuladores pero también a empresarios que van a hacer un trabajo de base con socios locales. Eso es muy bienvenido allí'.

Para Prieto, lejos de hacerlo mal, las empresas españolas están desempeñando un muy buen papel en 'el sector de bienes de equipo, automóvil y la industria auxiliar del automóvil' y, por supuesto, además de lo logrado por gigantes como Telefónica, Santander o BBVA, el ejemplo que antes surge a la mente de casi todos es el fenómeno del textil, con Inditex y Mango a la cabeza. 'El diseño es de aquí, el valor añadido se queda aquí', explica Prieto. El problema es que no hay suficiente marca España, no hay un reconocimiento como el que tiene Alemania. Ese es otro de los retos a lograr.

La diferencia entre exportaciones e importaciones fue negativa en el primer semestre. Ángel Laborda lo achaca al repunte del consumo y la inversión por el periodo final de las ayudas a la compra de automóviles o la anticipación de compras para esquivar la subida del IVA. No cree que vuelva a pasar en el segundo semestre ni en 2011. Pero el riesgo sigue ahí. Cuando España consumo prefiere lo de fuera, alerta. En 2011, el saldo exterior será positivo, pero cuando se recupere la demanda interna, el balance volverá a los números rojos porque volverán a dispararse las importaciones. 

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