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España, fuera de la órbita de la Europa del pleno empleo

La tasa de paro española es muy superior a la de los países desarrollados

BELÉN CARREÑO

La octava economía mundial, la cuarta por renta per cápita en la Unión Europa, la potencia mundial en turismo y el líder en energías renovables, es decir, España, tiene la tasa de paro en el mismo nivel que un país del Magreb como Marruecos o Argelia (tomando como referencia las previsiones para 2008). Según los últimos datos de Eurostat, el desempleo en España afectaba en enero a casi el 15% de la población activa, una ratio desconocida no sólo en los países comunitarios sino en cualquier miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Las razones que se arguyen para estos niveles de paro son variadas: la estacionalidad del mercado laboral, los pocos incentivos a la contratación parcial, la fuerte subida de la población activa, la incorporación de la mujer... pero lo cierto es que, históricamente, España lleva décadas jugando en otra liga en el mercado laboral respecto a sus vecinos europeos.

Según datos de la OCDE, España sólo tuvo una tasa de desempleo equiparable a la europea (e incluso mejor) en la década de los cincuenta y de los sesenta. Según estos datos, la tasa de paro estaba en el 2,9%, la misma que Reino Unido o Bélgica. De hecho, y siempre tomando como referencia el informe de la OCDE, EEUU casi duplicaba en aquella época el desempleo español.

A finales de los setenta, el paro se disparó por encima del 10%. Este empeoramiento estuvo en línea con el de los países desarrollados que sobrellevaron con dificultades la crisis del petróleo de 1973 pero ya se destacó como más alto que el resto de los países europeos. Entre 1984 y 1993 la tasa media de desempleo en España se situó ya casi en el 20%, duplicando a partir de ese momento y hasta hace apenas un lustro al de los otros estados comunitarios.

El nivel más bajo de tasa de desempleo que ha conseguido España fue en el primer trimestre de 2007, con un 7,95%, el mismo nivel que la UE27 después de un año de sufrir los ajustes de la crisis.

. España: Bonificaciones en las cuotas. El pasado mes, cuando la crisis económica arreciaba en todo el mundo, más de 11.000 personas que nunca habían trabajado se apuntaron al Inem. En total, 51.000 personas se han puesto a buscar empleo en el peor año de la crisis. Este es uno de los problemas al que atribuyen los expertos la fuerte subida del paro en España, el incesante crecimiento de la población activa, que ha tenido como acicate la incorporación de la mujer al mercado laboral y también la de los extranjeros. Sin embargo, pese al avance de la ocupación femenina, España sigue teniendo el peor dato de paro entre mujeres de la Unión Europea y el desempleo juvenil está desbocado ya que en febrero creció un 87% con respecto a hace un año. El Gobierno espera mejorar estos datos con las bonificaciones empresariales a la contratación e incentivos al empleo parcial.

- Alemania: la jornada reducida funciona. Desde el mes pasado ya no hay duda de que la recesión afecta al mercado laboral alemán, pero menos de lo esperado. El número de parados subió en febrero en un 0,2%, hasta alcanzar los 3,552 millones. La tasa es del 8,5%. La medida del Gobierno que más ha contribuido a frenar la caída es la mejora de las condiciones de la jornada reducida, un instrumento que permite a los empresarios mantener sus plantillas cuando disminuyen los pedidos. Beneficia sobre todo a la industria, y en especial a la del automóvil. Según los últimos datos, unos 670.000 alemanes se han beneficiado ahora de la jornada reducida. Trabajan menos y cobran entre el 60% y el 67% de su sueldo neto. El Estado paga la mitad de la contribución a la seguridad social, o su importe total en caso de trabajadores cualificados. 

- Reino Unido: ayudas a la contratación. El Gobierno británico ha abierto dos frentes para incentivar el empleo y ralentizar la curva de desempleo, que roza los 2 millones de personas (6,3%) y puede llegar hasta los 3 millones a finales de año. Por un lado, ofrece un caramelo de 2.500 libras (2.800 euros) a las empresas que contratan personal con más de seis meses en el paro. A ello destinará 450 millones de euros en principio. Por otro lado, gastará 120 millones de euros para la contratación de jóvenes en prácticas. La medida se enfoca a estudiantes y graduados universitarios y pretende crear 35.000 nuevas plazas en los próximos dos años.La pérdida de empleo afecta al sector privado –no al empleo público– y es más pronunciada en las manufacturas, servicios financieros y hostelería. La construcción se mantiene de momento estable.

- Francia: menos funcionarios y horas más baratas. En septiembre de 2008, el Gobierno de Nicolas Sarkozy seguía afirmando que Francia escaparía al paro generado por la crisis financiera. Hace unos días, el mismo Gobierno reconocía que 2009 hará añicos como mínimo 300.000 empleos en Francia. Y, en unas horas, saltó la noticia oficial: Sólo en enero, 90.000 parados más.

- El Gobierno planea ahora crear 300.000 infraempleos subvencionados y está aumentando las prestaciones de desempleo, con medidas específicas para víctimas de deslocalizaciones y para los jóvenes al final de sus contratos temporales. En tercer lugar, está recapitalizando fondos de formación de desempleados.Eso sí: Sarkozy mantiene el proyecto de suprimir 30.000 puestos de funcionario en 2009 y la ley de horas suplementarias desfiscalizadas, que salen baratas a los empresarios.

 

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